Fusarium
Fusarium es un extenso género de hongos filamentosos que habita en el suelo y en asociación con plantas. La mayoría de las especies son saprófitas y, aunque es poco habitual, pueden llegar a provocar infecciones en el ser humano.
Fusarium es un género de hongos de distribución universal, ubicuos y con gran importancia económica ya que son fitopatógenos lo que puede dar lugar a la pérdida de cosechas. En ocasiones pueden causar infecciones en el ser humano tales como queratitis y onicomicosis llegando, en determinados casos, a diseminarse para infectar otros órganos. Dichas infecciones suelen ser más frecuentes en pacientes inmunodeprimidos pero también se han descritos varios casos en diabéticos, quemados, personas con heridas abiertas y contaminadas con tierra, con trastornos inmunológicos o con tratamiento inmunosupresor.
¿Qué es?
Fusarium es un género de hongo que, generalmente, habita en el suelo de varios lugares del mundo. Muchas de sus especies son inofensivas pero en determinadas ocasiones pueden causar infecciones, especialmente en pacientes inmunodeprimidos. Su hábitat principal es el suelo y suelen ser organismos patógenos de varias plantas, también forman parte de las biocapas acuáticas y se encuentran en la microflora normal de algunos productos como el arroz, los frijoles, la soja, etc.
Características del Fusarium
El género Fusarium produce colonias de lanosas a algodonosas cuya única especie de crecimiento lento es el Fusarium dimerum. Las colonias, por el anverso, pueden presentar color blanco, crema, beige, salmón, canela, amarillo, rojo, violeta, rosa o púrpura; mientras que en el reverso pueden ser incoloras, beige, rojas, púrpuras, oscuras o marrones. Se caracterizan por poseer un micelio hialino ramificado y tabicado con esporóforos en forma de fiálides y conidios, que pueden ser de tamaños y formas variables. El rasgo común de las colonias de Fusarium es la presencia de macroconidios falciformes con varios septos en los que exhiben una especie de muesca en forma de célula pie, dicha muesca se encuentra en el extremo que se implanta en el esporóforo.
Enfermedades por Fusarium
Infecciones por Fusarium relacionadas con cuerpos extraños
- Queratitis: Se puede producir tras la colonización de lentes de contacto, por conidios aerosolizados en ambientes particularmente contaminados, o por traumatismos con ramas de árboles o plantas. Otros factores de riesgo son patologías previas en la córnea y tratamientos tópicos con corticoides o antibióticos. La infección puede progresar hasta llegar a causar una endoftalmitis, lo que dificulta el pronóstico.
- Peritonitis y diálisis peritoneal crónica ambulante: La infección sigue un curso insidioso, con fiebre, dolor abdominal y disminución del flujo de drenaje, por obstrucción progresiva de la luz del catéter.
Infecciones por Fusarium de un sólo órgano
- Onicomicosis: Se caracteriza por la aparición de manchas blancas en la base de la uña que se extienden hacia el extremo libre, pudiendo ocasionar opacidad total de la uña, engrosamiento de su borde y, si progresa, destrucción de una parte o la totalidad de la misma. Se asocia generalmente con pequeños traumatismos en personas que trabajan con plantas, tierra, etc. En los pacientes inmunodeprimidos puede ser la puerta de entrada de una infección diseminada.
- Piel: Se establece por inoculación directa o por diseminación sanguínea. Las lesiones son muy variadas e incluyen granulomas, úlceras, necrosis, queratosis con eritema, nódulos subcutáneos indurados con zona de necrosis central y micetomas.
- Hueso y articulaciones: Los casos descriptos tuvieron como puerta de entrada un traumatismo con o sin fractura expuesta.
- Otros órganos: Se afectan en muy raras ocasiones. Se han publicado casos de otitis externa, infección intranasal, absceso cerebral y neumonía.
Infección diseminada por Fusarium
En este tipo de infección se supone que son afectados dos o más órganos no contiguos. Aunque pueden producirse en cualquier época del año, parecen más frecuentes en épocas húmedas, debido a que el aire y la lluvia son un medio eficaz de diseminación de los conidios. El mecanismo de adquisición de la infección en ocasiones es desconocido pero se considera que puede existir colonización antes de ingresar en el hospital y posteriormente, con la presencia de neutropenia, desarrollar la infección. Estas infecciones ocurren principalmente en pacientes con enfermedades hematológicas, en tratamientos quimioterapia y en trasplantados de medula ósea. Como en otras infecciones fúngicas el principal factor de riesgo es la neutropenia.
Manifestaciones clínicas
Principales síntomas de infección por Fusarium:
- Fiebre persistente.
- Neutropenia.
- Lesiones cutáneas en las extremidades y en la cara.
- Ausencia de respuesta al tratamiento antibiótico.
Especies de Fusarium
Principales especies de Fusarium:
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Fusarium solani:
Es un hongo que causa infecciones superficiales (queratitis, onicomicosis), localizadas (endoftalmitis, sinusitis) y diseminadas. En el medio APD el crecimiento es rápido: 30 mm en una semana. La colonia presenta un aspecto liso y algodonoso de color blanco grisáceo, crema, ocre o rosa púrpura. El reverso, generalmente, no es coloreado o, si tiene color, es crema pálido. Los microconidios son abundantes y de forma ovoide. Pueden tener un tabique y son producidos en monofiálides alargadas y finas que suelen medir 40-80 x 2,5-3 µm. Las monofiálides nacen lateralmente de la hifa y a veces son ramificadas. Los macroconidios, cuyo tamaño aproximado es de 28-65 x 4-6 µm, se observan en menor cantidad que los microconidios y nacen de conidióforos cortos y ramificados, que frecuentemente forman esporodoquios. Presentan entre tres y cinco tabiques y tienen forma de media luna. La célula apical es corta y redondeada y la célula basal redondeada o claramente con forma de pie. Los clamidoconidios son frecuentes, con una pared lisa o rugosa. Se observan aislados o en parejas, terminales o intercalares y tienen un tamaño de 6-10 µm de diámetro. -
Fusarium oxysporum:
Se trata de un hongo de distribución universal. Se aísla como saprofito del suelo y de numerosas plantas (cereales, soja, algodón, plátanos, cebolla, patatas, manzanas, etc.). Como fitopatógeno causa grandes pérdidas económicas. En el ser humano puede causar queratitis, infecciones cutáneas y diseminadas. En APD presenta un crecimiento rápido: 50 mm en una semana. Al principio la colonia es lisa y algodonosa pero con el tiempo toma un color blanco o salmón pálido, tiñéndose de púrpura en su zona central. El reverso es púrpura o azul oscuro. Produce un pigmento púrpura-violeta que difunde al medio. Los microconidios son de forma ovoide o en forma de riñón, con un tamaño de 5-12 x 2,3-3,5 µm y, ocasionalmente, con uno o dos tabiques. Nacen de monofiálides laterales, cortas y anchas, afiladas hacia la punta, solitarias o ramificadas. Los microconidios pueden formar masas (simulan cabezas) pero nunca cadenas. Los macroconidios tienen de uno a cinco septos. Su tamaño es de 23-54 x 3-4,5 µm. Tienen forma de media luna, ligeramente curvados. En la mayoría de los cultivos los clamidoconidios son abundantes. Son grandes, hialinos, de pared lisa o rugosa y pueden observarse aislados o en parejas, intercalares o terminales. -
Fusarium verticillioides:
Es un hongo que predomina en zonas tropicales y subtropicales. Como los dos anteriores puede causar queratitis, endoftalmitis, infecciones cutáneas y en ocasiones infecciones diseminadas. El crecimiento en APD es rápido, unos 40 mm en una semana con abundante micelio aéreo algodonoso, de color blanco a rosa salmón que se tiñe de color azulado o púrpura en pocos días. El color del reverso varía de crema a lila, color vino o púrpura. Los microconidios son de forma ovoide o en forma de maza con base truncada. Su tamaño es de 7-10 x 2,5-3,2 µm y pueden tener uno o dos tabiques. En algunos medios forma cadenas. Los conidióforos nacen lateralmente de la hifa y son escasamente ramificados. Las células conidiógenas son monofiálides, habitualmente delgadas y largas, pero menos que la de F. solani (20-30 x 2,3 µm). Los macroconidios no se forman en todas las cepas. No forma clamidoconidios
Tratamiento
Algunas especies de Fusarium son resistentes al itraconazol y fluconazol mientras que el voriconazol y posaconazol presentan actividad frente a muchas especies de dicho hongo.
El Fusarium solani es la especie más frecuente en infecciones en pacientes inmunodeprimidos. Dicha especie presenta resistencia a posaconazol otros antifúngicos como la caspofungina, micafungina y anidulafungina carecen de actividad contra esta especie. Por lo tanto, se opta por anfotericina B liposomica asociada a voriconazol.
La terbinafina es el antifúngico que presenta mayor actividad frente a la mayoría de especies de Fusarium junto a la anfotericina B, que generalmente es el medicamento más activo y que suele prescribirse para tratar infecciones provocadas por este hongo.
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