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Vitamina C

Vitamina de gran importancia para el normal crecimiento y desarrollo del organismo además de ser necesaria para la formación de colágeno, para la correcta cicatrización de heridas y para el correcto mantenimiento de los tejidos.

Vitamina C

La ingesta de vitamina C puede ayudar a prevenir o mejorar los síntomas de muchas enfermedades además de alargar la vida. En el caso contrario, una ingestión deficiente de esta vitamina puede dar lugar a la aparición de muchas enfermedades. Cuando se padece candidiasis es muy probable que durante su tratamiento se vea reducido el consumo de fruta debido a su contenido en fructosa. De todas formas, la dieta que se debe seguir durante el tratamiento contiene varios tipos de verduras que aportan esta vitamina además de varios nutrientes siendo recomendable el consumo de suplementos ricos en vitaminas y minerales.

Definición

Es una vitamina hidrosoluble que, junto a las del grupo B, es de gran importancia para el normal crecimiento y desarrollo de nuestro organismo. Entre sus funciones destaca que es necesaria para la formación de colágeno, para la correcta cicatrización de heridas, para la reparación y el mantenimiento de los tejidos de diferentes partes del cuerpo y también para la síntesis o producción de hormonas y neurotransmisores. También es un poderoso antioxidante.

La vitamina C se oxida rápidamente por lo que requiere de cuidados especiales a la hora de exponerla al aire, calor y agua. Por lo tanto cuanto menos calor se le aplique menor será la pérdida de contenido. Generalmente las frutas envasadas y las deshidratadas suelen haber perdido una parte importante de su contenido vitamínico.

Funciones

A continuación se muestran algunas de las principales funciones de la vitamina C en el organismo del ser humano:

  • Mejora la visión además de ejercer una función preventiva ante la aparición de cataratas o glaucoma.
  • Es antioxidante, por lo que neutraliza los radicales libres además de eliminar sustancias tóxicas del organismo.
  • Es antibacteriana, por lo que inhibe el crecimiento de cierto tipo de bacterias dañinas para el organismo.
  • Reduce las complicaciones derivadas de la diabetes tipo II.
  • Disminuye los niveles de tensión arterial además de prevenir la aparición de enfermedades vasculares.
  • Tiene propiedades antihistamínicas, por lo que es utilizada en tratamientos antialérgicos, contra el asma y la sinusitis.
  • Ayuda a prevenir o mejorar afecciones de la piel como eccemas o psoriasis.
  • Es cicatrizante de heridas y quemaduras gracias a su ayuda a la formación de colágeno.
  • Aumenta la producción de estrógenos durante la menopausia.
  • Mejora los síntomas del estreñimiento gracias a sus propiedades laxantes.
  • Repara y mantiene sanos cartílagos, huesos y dientes.

Deficiencia de Vitamina C

La deficiencia o carencia de vitamina C (ácido ascórbico) puede producir o dar lugar a uno o más de los siguientes síntomas:

  • Inflamación y sangrado de las encías.
  • Piel áspera y reseca.
  • Hematomas espontáneos.
  • Deficiencia en la cicatrización de heridas.
  • Dolor e inflamación articular.
  • Anemia.
  • Esmalte dental debilitado.
  • La carencia de vitamina C más grave se conocer como escorbuto, que suele ser más frecuente en ancianos y desnutridos. El escorbuto se caracteriza por un debilitamiento general del organismo, anemia, encías inflamadas y hemorragias.

En condiciones normales, con una dieta variada y balanceada con un alto contenido de frutas y verduras la dosis mínima de vitamina C está totalmente cubierta. De todas formas, existen situaciones donde es necesario aumentar la dosis de vitaminas a través de suplementos, dichas situaciones pueden ser:

  • Embarazo y lactancia.
  • Personas alcohólicas y fumadoras.
  • Diabéticos.
  • Alérgicos y asmáticos.
  • Personas que toman diariamente fármacos o medicamentos como anticonceptivos orales, cortisona, antibióticos, etc.

Toxicidad de la vitamina C

El exceso de vitamina C puede ser perjudicial llegando a producir problemas gastrointestinales. Dichos problemas se deben a que el ácido ascórbico se absorbe por vía intestinal y se ha comprobado que su exceso produce diarrea y calambres abdominales pudiendo llegar a causar cálculos renales y ataques agudos de gota.

En algunos casos puede existir confusión entre los síntomas creados por exceso de ácido ascórbico con los síntomas debidos a un exceso de vitamina E, ya que ambos se caracterizan por mostrar episodios de diarreas, vómitos y dolor abdominal.

Además, un consumo excesivo de ácido ascórbico puede producir una deficiencia por rebote. Es decir, que en el momento de detener la ingesta de vitamina C de forma brusca se puede producir un rebote que puede tener como consecuencia la producción de escorbuto.

También, el exceso de vitamina C puede acarrear un exceso de hierro que puede dar lugar a hemocromatosis, debido a que el ácido ascórbico interviene en la absorción del hierro.

Principales fuentes de Vitamina C

A continuación se muestran los alimentos con mayor contenido de vitamina C:

  • Fuentes de origen animal: La vitamina C no se encuentra en alimentos de origen animal.
  • Fuentes de origen vegetal: La gran mayoría de las frutas y verduras contienen vitamina C. Los que tiene mayor contenido de vitamica C son los pimientos, los cítricos, las coles, la coliflor, espinacas, las patatas, el plátano, los mangos, la manzana, piña y melón.

Dosis recomendadas de Vitamina C

Dosis diarias recomendadas de vitamina C divididas en sexo y edad:

Bebés:

  • 0 a 6 meses: 40 mg/día
  • 7 a 12 meses: 50 mg/día

Niños:

  • 1 a 3 años: 15 mg/día
  • 4 a 8 años: 25 mg/día
  • 9 a 13 años: 45 mg/día

Adolescentes:

  • Niños de 14 a 18 años: 75 mg/día
  • Niñas de 14 a 18 años: 65 mg/día

Adultos:

  • Hombres de 19 años o más: 90 mg/día
  • Mujeres de 19 años o más: 75 mg/día

Embarazo y lactancia:

  • Embarazo: 85 mg/día
  • Lactancia: 120 mg/día

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