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Plantas medicinales:
Melisa

La melisa, también conocida como toronjil, es una planta muy apreciada por sus múltiples cualidades beneficiosas para tratar estados nerviosos y problemas de digestión.

La melisa, también conocida como toronjil, es una planta reconocida por sus propiedades beneficiosas para tratar estados nerviosos pero, además, también posee propiedades beneficiosas para tratar problemas digestivos, molestias menstruales o para combatir la gripe. Otros usos de la melisa pueden ser como condimento en la gastronomía, para aromaterapia, para aliviar picaduras de insectos, para la producción de cosméticos, etc. No obstante, se recomienda no abusar del consumo de esta planta y no combinar un tratamiento a base de melisa con medicamentos para tratar la depresión o el insomnio.

Descripción

La melisa (Melissa officianalis), también conocida como toronjil u hoja de limón, es una hierba perenne nativa del sur de Europa muy apreciada por su fuerte aroma a limón además de por sus propiedades beneficiosas para tratar estados nerviosos y problemas de digestión.

Al igual que la menta, el tomillo, el orégano o la salvia, la melisa pertenece a la familia de las labiadas que son reconocidas como plantas aromáticas y medicinales. Esta planta herbácea llega a medir un metro de alto mientras que sus hojas ovadas y claramente pecioladas cuentan con márgenes muy dentados y nervios muy marcados. Las flores se reúnen en verticilos y la corola es de color blanquecino.

Principios activos de la Melisa

Los principales principios activos de la melisa son:

• Aceites esenciales: es rica en aceites en timol, citronelal, geranial, neral, limoneno, etc.
• Flavonoides: Catequinas, luteolina, quercitina, apigenina, camferol, taninos.
• Polifenoles: ácido cafeico, clorogénico, rosmarínico, oleanólico.
• Ácidos: succínico, ursólico (planta), citronélico (brotes).
• Beta-sitosterol.

Principales beneficios de la Melisa

A continuación, se exponen los principales beneficios para la salud de la melisa:

• Actúa como un sedante suave, que puede ser de ayuda en situaciones de irritabilidad nerviosa, episodios leves de insomnio, palpitaciones nerviosas o taquicardias y migrañas nerviosas.
• Gracias a sus efectos diuréticos y tranquilizantes puede ser de ayuda para tratar la hipertensión.
• La melisa también destaca por sus virtudes digestivas y aperitivas que pueden ser de ayuda para recobrar el apetito tras un episodio de convalecencia o desgana en general además combate los desarreglos digestivos como las digestiones pesadas, la sensación de empacho, los espasmos gastrointestinales, la diarrea y la inflamación gástrica o gastritis. Alivia los gases, los meteorismos y la hinchazón abdominal además también previene el mal aliento y el mal sabor de boca.
• Se le atribuyen efectos estimulantes para la producción de bilis por lo que se incluye en fórmulas herbarias mixtas para tratar las alteraciones hepáticas, para tonificar las funciones del hígado y para prevenir la formación de cálculos en la vesícula.
• Ayuda a combatir la infección vírica, como el de la influenza o gripe, reduce la congestión de las vías respiratorias y devuelve el bienestar.
• Alivia los trastornos de la menstruación como casos de menstruaciones dolorosas o dismenorreas además de algunos de sus diferentes síntomas como el dolor lumbar, los dolores espasmódicos y la migraña.
• Por su acción antiviral, la melisa es un recurso muy recurrente de herbolario para tratar la infección por herpes simple.
• Usada externamente en lavados y baños, se aplica también como astringente y cicatrizante sobre heridas, llagas, rasguños y, también, sobre picaduras de insectos (avispas, tábanos, etcétera).

Formas de consumir la Melisa

Principales formas de preparación y presentación de la melisa:

• Infusión: es la forma más usual. Se puede tomar sola o asociada a otras hierbas que complementen o refuercen su acción. La dosis básica es de 5 g de planta seca por cada taza de agua.
• Tintura: la planta es macerada en alcohol. La dosis es de 40 a 50 gotas al día separadas en tres dosis, mejor disueltas en agua o zumo de naranja.
• Extracto líquido: esta forma se encuentra en herbolarios y la dosis recomendada es de 30 a 50 gotas en tres tomas diarias.
• Comprimidos y extractos secos nebulizados en dosis personalizadas.
• Jugo de la planta fresca: puede ser licuada o prensada se puede mezclar con zumo de frutas o con té verde.
• Agua de melisa.

Por vía externa:

• La infusión aplicada en baños calientes sirve para aliviar problemas menstruales, migrañas y dolores musculares.
• Las compresas de la planta fresca recién recolectada pueden aplicarse sobre la piel en heridas y llagas, o sobre picaduras de insectos e infecciones por herpes.
• Las compresas tibias pueden aplicarse sobre mastitis o inflamación de las glándulas mamarias.
• El jugo de la planta fresca se puede aplicar con un paño sobre las picaduras de insectos.

Contraindicaciones de la Melisa

La melisa en general es una planta bastante segura pero se han descrito algunos efectos perjudiciales para la tiroides por la ingesta de extractos de melisa, por lo que debe evitarse su consumo en casos diagnosticados de hipotiroidismo.

También se han descrito algunas reacciones alérgicas debidas al consumo de dosis elevadas cuyas reacciones a sus componentes provocan síntomas como gastroenteritis, náuseas, vómitos y dolor abdominal, aunque esto solo se produce de manera excepcional.

La toma del aceite esencial de melisa puede provocar irritación gástrica y debe evitarse en caso de padecer gastritis, úlceras gastroduodenales, colitis ulcerosas, hepatopatías y epilepsias. La ingesta de 2-3 gramos de aceite esencial puede provocar bradipnea (descenso de la frecuencia respiratoria), somnolencia o hipotensión. Por regla general, es preferible abstenerse de tomar el aceite esencial por vía oral y de exponerse al sol si se aplica en la piel.

No se recomienda simultanear la toma de remedios con melisa con antidepresivos de síntesis, antihistamínicos, narcóticos, u otros sedantes. Se debe evitar consumir melisa durante el embarazo y la lactancia pues puede ser perjudicial y provocar malformaciones en el feto.