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Actinomicosis

La actinomicosis es una enfermedad causada por una bacteria anaerobia llamada Actinomyces israelii que se localiza en la nariz y en la garganta, por lo que dicha enfermedad no contagiosa aparece comúnmente en la cara y en el cuello.

Actinomicosis

La actinomicosis es una infección poco frecuente causada por una bacteria llamada Actinomyces israelii, que se localiza de forma natural en la nariz y la garganta. Dicha bacteria no puede causar la enfermedad por sí sola, por lo que necesita unirse a otras bacterias que pueden ingresar en el organismo a través de cortes o heridas. Sus síntomas más comunes son hinchazón de la mandíbula, absceso rojizo que suele ser muy doloroso y espasmos musculares o bloqueo de la mandíbula. Para el tratamiento de esta enfermedad se utilizan antibióticos durante un periodo largo.

¿Qué es?

La actinomicosis es una infección crónica localizada o diseminada por vía hematógena causada por la bacteria Actinomyces israelii. Generalmente se presenta en la boca, la nariz, la garganta, los pulmones, el estómago o los intestinos. Se caracteriza por la aparición de abscesos localizados con múltiples fistulas de drenaje, una neumonitis semejante a la provocada por tuberculosis y una leve septicemia.

Causas

La actinomicosis es provocada por una bacteria denominada Actinomyces israelii. Dicha bacteria habita de forma natural en la nariz y la garganta, y no provoca la infección por sí sola, sino que necesita unirse a otras bacterias (que ingresan en el organismo a través de un corte en la piel).

Existen otras tres bacterias de la familia Actinomyces necesarias para la aparición de la actinomicosis. Dichas bacterias son:

  • Actinomyces naeslundii
  • Actinomyces viscosus
  • Actinomyces odontolyticus

La actinomicosis es una infección poco frecuente, por lo que necesita que se presenten determinadas situaciones para que se posible contraerla. Las personas que tienen un mayor riesgo de padecer actinomicosis son:

  • Aquellas personas que tienen un sistema inmunitario debilitado o deteriorado por consumo de medicamentos u otra enfermedad
  • Personas desnutridas
  • Personas que se oponen a recibir atención médica después de una intervención dental o padece algún otro traumatismo en la boca o la mandíbula

Una de las causas más frecuentes de la actinomicosis es un absceso dental, por lo que aquellas personas que tengan un absceso dental deben recibir atención médica de inmediato. Las mujeres que tienen colocado un dispositivo intrauterino (DIU) como método anticonceptivo también presentan un riesgo elevado de contraer esta enfermedad.

Síntomas

Cuando la infección de la actinomicosis ingresa en el tejido bucal puede provocar hinchazón en la mandíbula en forma de una protuberancia sólida que, por lo general, no es dolorosa. Sin embargo, también puede provocar un doloroso absceso cutáneo que primero luce como un hematoma rojizo en la zona afectada. Otro síntoma de la actinomicosis es que puede provocar espasmos musculares en la mandíbula o bloqueos en la mandíbula, lo que puede dificultar o impedir la acción de abrir la boca de forma normal.

Otros síntomas de la actinomicosis son:

  • Fiebre
  • Pérdida de peso
  • Protuberancias en el cuello o rostro
  • Llagas supurantes en la piel
  • Secreción excesiva de los senos paranasales
  • Tos
  • Dolor en el pecho

Diagnóstico de la actinomicosis

Para el diagnóstico de la actinomicosis se realizan estudios de muestras de tejido o líquido de la zona afectada con el fin de encontrar o detectar la presencia de bacterias de la familia Actinomyces.

Las principales pruebas para diagnosticar actinomicosis son:

  • Cultivo del tejido o líquido que muestra la especie Actinomyces
  • Examen microscópico del líquido supurado que revela "gránulos de azufre" en el líquido, los cuales son amarillentos y están compuestos por organismos amontonados
  • Examen microscópico que revela presencia de la especie de bacteria Actinomyces

Tratamiento de la actinomicosis

Para el tratamiento de la actinomicosis se necesitan altas dosis de penicilina. En caso de alergia a la penicilina se pueden utilizar otros antibióticos como tetraciclinas, clindamicina o eritromicina. El tratamiento para curar esta infección es largo pudiendo llegar a necesitar hasta un año. Si la afección está relacionada con un DIU se debe retirar el dispositivo.

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