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Sífilis

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum que se caracteriza por la aparición de úlceras en los órganos sexuales y manchas rojas en todo el cuerpo además aparece y desaparece en sus distintas etapas.

La sífilis es una infección bacteriana causada por Treponema pallidum que se transmite por contacto sexual. La enfermedad comienza con una pequeña ulceración indolora que, generalmente, aparece en los genitales, el recto o la boca. La sífilis se transmite de una persona a otra mediante el contacto de la piel o las membranas mucosas con estas inflamaciones. Después de la infección inicial, la bacteria de la sífilis puede permanecer latente en el cuerpo durante décadas antes de activarse de nuevo. En caso de que la sífilis no se trate adecuadamente puede llegar a ser mortal.

¿Qué es?

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por la bacteria Treponema pallidum. Dicha bacteria se adquiere a través de relaciones sexuales con una persona infectada y si no se trata en su fase inicial se cronifica, lo que a la larga puede ocasionar problemas e incluso la muerte.

La primera fase de esta enfermedad se caracteriza por la aparición, en los genitales o en la boca, de una lesión ulcerada no dolorosa que desaparece por sí sola. La segunda fase se caracteriza por la aparición de una erupción de manchas rojas por todo el cuerpo, que puede afectar a las palmas de las manos y a las plantas de los pies. Finalmente y después de muchos años sin ningún tipo de síntoma se pueden producir complicaciones graves como la demencia o aneurisma sifilítico de la aorta.

Causas

La sífilis es una enfermedad causada por la bacteria Treponema pallidum cuya forma más frecuente de contagio es a través de cualquier tipo de contacto sexual, es decir, tanto por penetración vaginal o anal como por medio de sexo oral o, incluso, mediante cualquier otro tipo de contacto íntimo con una lesión sifilítica activa.

En el caso de que una mujer embarazada tenga sífilis y ésta no se haya detectado puede dar lugar a sífilis congénita en el bebé. En estos casos lo más frecuente es que el bebé se infecte en el útero aunque también existe la posibilidad de que se infecte al atravesar el canal del parto.

Infectarse de sífilis por una transfusión de sangre es extremadamente complicado ya que se realiza un análisis de sangre de los donantes, por lo que en caso de que se detecte la enfermedad el personal sanitario desecharía la muestra.

Factores de riesgo

Existen una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir sífilis. Dichos factores de riesgo son:

• Tener relaciones sexuales sin protección
• Tener realciones sexuales con varias personas
• Hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres
• Personas infectadas con el virus que causa el SIDA

Síntomas

La sífilis es una enfermedad que se desarrolla por etapas por lo que los síntomas varían según la etapa. Puede darse que la infección por sífilis no produzca síntomas de ningún tipo durante un determinado periodo de tiempo, que puede llegar a ser de varios años.

• Sífilis primaria:
  El primer signo de la sífilis es una pequeña llaga que se denomina chancro. Dicha llaga aparece en el lugar donde la bacteria ingresó y, aunque lo normal es desarrollar un único chancro, hay personas que pueden desarrollar varios chancros. En la mayoría de los casos el chancro suele ser indoloro y puede estar oculto en la vagina o el recto. El chancro suele curarse en un periodo que oscila entra las tres y las seis semanas.
• Sífilis secundaria:
  Después de pasadas algunas semanas desde la desaparición del chancro es posible que aparezcan erupciones cutáneas que comienzan en el tronco para, finalmente, acabar cubriendo todo el cuerpo (incluso las palmas de las manos y las plantas de los pies). Dicha erupción cutánea no suele producir picazón y puede estar acompañada por llagas que parecen verrugas en la boca y en la zona genital. En algunos casos se ha llegado a producir pérdida de cabello, dolores musculares, fiebre, dolor de garganta e hinchazón de los ganglios linfáticos. Dichos síntomas pueden desaparecer en pocas semanas o pueden aparecer y desaparecer de forma repetida durante un período de hasta un año.
• Sífilis latente:
  En caso de que no se reciba tratamiento para la sífilis la enfermedad pasa de la etapa secundaria a la etapa latente (oculta), que no presenta ningún síntoma. La etapa latente puede durar años. Es posible que los signos y síntomas no vuelvan a presentarse nunca o que la enfermedad progrese a la tercera etapa (etapa terciaria).
• Sífilis terciaria (tardía):
  Entre el 15 y el 30 por ciento de las personas infectadas por sífilis que no reciben tratamiento desarrollarán complicaciones conocidas como sífilis terciaria. En esta etapa tardía, la enfermedad puede dañar el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Estos problemas pueden ocurrir varios años después del contagio de la infección siempre y cuando no se haya tratado.
• Sífilis congénita:
  Las mujeres que padecen sífilis y no reciben tratamiento pueden infectar al feto mediante la placenta o durante el parto. La mayoría de los recién nacidos con sífilis congénita no presentan síntomas aunque, en algunos casos, se puede presentar una erupción cutánea en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Entre los síntomas posteriores se incluyen sordera, deformidades en los dientes y nariz en silla de montar, es decir, cuando se colapsa el puente nasal.

Diagnóstico de la sifilis

La forma más sencilla de diagnosticar la sífilis es mediante pruebas serológicas en un análisis de sangre. Hay dos tipos de pruebas:

• Pruebas no treponémicas: detectan anticuerpos no específicos. En los informes de laboratorio aparecen como VDRL o RPR. Se informan con un número que permite monitorizar la respuesta al tratamiento. Estas pruebas son positivas a los 4-7 días de la aparición del chancro y son siempre positivas en la sífilis secundaria. En el período de latencia son negativas mientras que en el 70% de los casos son positivas en la sífilis terciaria. Pueden darse falsos positivos en algunas situaciones como infección por VIH, lupus, tuberculosis, herpes simple, etc. Por eso un resultado positivo debe ser confirmado por una segunda prueba específica.
• Pruebas treponémicas: detectan anticuerpos específicos contra la bacteria que produce la sífilis. Las principales pruebas de este tipo aparecen en los informes de laboratorio como TPHA o FTA-abs. Se utilizan para confirmar la positividad de una prueba no treponémica. Una vez que se hace positivo permanecerá así de por vida, incluso tras el tratamiento, salvo en algunos casos de sífilis tratada de forma muy precoz.

Tratamiento de la sifilis

El tratamiento de elección de la sífilis en todas sus fases es la penicilina G. También es necesario diagnosticar y tratar a las parejas sexuales de la persona infectada.

En las fases primaria, secundaria y latente precoz, se administra una dosis única intramuscular de penicilina G. En los alérgicos se podría utilizar doxiciclina durante dos semanas.

En caso de sífilis latente tardía o cuando no se sabe el tiempo de evolución de una sífilis latente se administran tres dosis (separadas por una semana) intramusculares de penicilina G mientras que en las personas alérgicas se puede utilizar doxiciclina durante cuatro semanas.

La neurosífilis se debe tratar con una dosis cada cuatro horas de penicilina G intravenosa durante un período de dos semanas. En los alérgicos a la penicilina se debe recurrir a un alergólogo para desensibilizar a la persona infectada y poder administrar el tratamiento.

Prevención de la sifilis

No existe una vacuna para la sífilis pero para prevenir el contagio de esta enfermedad se pueden seguir las siguientes indicaciones:

• Abstinencia o monogamia: La única manera segura de evitar la sífilis es olvidarse de las relaciones sexuales. La siguiente mejor opción es tener sexo monogámico con una sola persona que no esté infectada.
• Usar preservativos de látex: Los preservativos pueden reducir el riesgo de contraer sífilis, pero solo si el preservativo cubre y evita el contacto con las úlceras de la sífilis.
• Evitar las drogas recreativas: El uso excesivo de alcohol u otras drogas puede afectar el buen juicio y llevar a prácticas sexuales inseguras.