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Tétanos

El tétanos es una enfermedad bacteriana provocada por las neurotoxinas producidas por la bacteria Clostridium tetani cuyas esporas se encuentran comúnmente en el suelo o las heces y que ingresan en el organismo a través de heridas.

El tétanos es una enfermedad bacteriana provocada por la acción de una toxina llamada tetanospasmina, que es producida por la bacteria Clostridium tetani. Dicha toxina es capaz de afectar al sistema nervioso dando lugar a contracciones y espasmos musculares que pueden poner en serio riesgo la vida del enfermo, por ello es muy importante el diagnóstico temprano para comenzar a aplicar las medidas adecuadas para tratar la enfermedad.

¿Qué es?

El tétanos es una enfermedad bacteriana producida por Clostridium tetani. Dicha bacteria produce una toxina llamada tetanospasmina que afecta al sistema nervioso. La principal vía de contagio es a través de heridas que se contaminan con dicha bacteria al entrar en contacto con el suelo, objetos oxidados, animales, etc.

Cuando la espora de Clostridium tetani encuentra las condiciones óptimas para reproducirse en la herida comienza a producir la toxina que viaja hasta la médula espinal. Una vez que llega a dicho lugar es capaz de inutilizar diversas neuronas lo que provoca la contracción de los músculos y da lugar a espasmos sostenidos. También puede causar otros síntomas como taquicardias, hipertensión o fiebre.

Causas

Las esporas de Clostridium tetani se pueden encontrar en el suelo, el polvo y las heces de los animales. Cuando dichas esporas entran en contacto con una herida profunda se convierten en bacterias que pueden producir una potente toxina llamada tetanospasmina, que afecta a los nervios que controlan los músculos.

El riesgo de sufrir el contagio de Clostridium tetani es mucho mayor si la herida presenta las siguientes condiciones:

• Se ha producido con un instrumento sucio, oxidado o desconocido.
• Es un corte irregular o una punción.
• La herida está sucia, con tierra o polvo.
• Ha entrado en contacto con el suelo.
• La ha producido algún animal (por ejemplo, heridas por asta de toro).
• Presenta recovecos.
• No sangra porque hay carne muerta.
• La persona herida no está vacunada contra el tétanos o no se sabe si lo está.
• Heridas de bala
• Quemaduras
• Uso de drogas intravenosas
• Úlceras infectadas en los pies
• Infecciones dentales
• Cordones umbilicales infectados en recién nacidos con madres que no cuentan con una inmunización adecuada

Síntomas

Los principales síntomas del tétanos son:

• Espasmos y rigidez en los músculos de la mandíbula (trismo)
• Rigidez de los músculos del cuello
• Dificultad para tragar
• Rigidez de los músculos abdominales
• Espasmos dolorosos en el cuerpo que duran varios minutos. Generalmente se producen por eventos menores, como una corriente de aire, un ruido fuerte, un roce físico o una luz
• Fiebre
• Taquicardia
• Presión arterial elevada
• Frecuencia cardíaca acelerada

Tipos de tétanos

Existen cuatro tipos de tétanos dependiendo de los síntomas que presente la persona afectada. Dichos tipos son:

• Tétanos generalizado
  Es el tipo más frecuente. Comienza con la contracción de los músculos encargados de la masticación, con lo que el enfermo no puede abrir la boca con facilidad, y tiene síntomas difusos como insomnio y nerviosismo. Después produce la contracción de los músculos de la cabeza hasta los pies creando grave dificultad para comer y respirar además de provocar que el enfermo se arquee apoyando sólo la cabeza y los pies cuando está tumbado.
• Tétanos localizado
  No es un tipo tétano muy habitual. Consiste en la contracción muscular de la parte donde se ha originado la infección. Puede durar varias semanas y a veces es el paso previo al tétanos generalizado.
• Tétanos cefálico
  Se trata de un tétanos localizado en la región de la cabeza y cuello. Se considera un tipo de tétanos grave ya que las contracciones musculares limitan la respiración, por lo que pone en peligro la vida del enfermo desde el primer momento. Es muy frecuente que este tipo de tétanos se generalice a los pocos días.
• Tétanos neonatal
  Este tipo de tétanos afecta a los recién nacidos de madres no vacunadas, normalmente ocurre en partos poco controlados. Suele suceder dos semanas después del parto y se desarrolla del mismo modo que el tétanos generalizado.

Diagnóstico del tetanos

No existe una prueba eficaz y rápida para diagnosticar el tétanos por lo que el médico suele realizar un examen físico prestando especial atención a síntomas como los espasmos musculares, rigidez y dolor.

Tratamiento del tetanos

El tratamiento precoz del tétanos aumenta las posibilidades de superar la enfermedad, por eso el diagnóstico temprano es muy importante. El tratamiento del tétanos consiste en:

• Impedir la producción de toxina: mientras la herida siga infectada con esporas de Clostridium tetani, estas seguirán sintetizando más y más toxina que seguirá contaminando las neuronas de nuestro cuerpo. Por eso es importante realizar un lavado profundo de la herida con agua a presión para eliminar todo el tejido muerto y hacer que sangre para que llegue el oxígeno a toda la herida.
• Neutralizar la toxina existente: Para neutralizar la toxina existente en la sangre se debe inyectar a los enfermos inmunoglobulina antitetánica humana, son unos anticuerpos que se unen a la toxina y la inutilizan. También se suele suministrar otra dosis de la vacuna aunque la persona ya estuviese vacunada, ya que puede acelerar la activación del sistema inmune contra la toxina tetánica.
• Controlar los síntomas: para impedir los espasmos y relajar en la medida de lo posible los músculos corporales se utilizan fármacos como el diazepam, que inhibe la actividad neuronal. En ocasiones los anestesistas utilizan otros fármacos más potentes como el propofol o relajantes musculares específicos. Otros síntomas como el nerviosismo o las palpitaciones se controlan con betabloqueantes, que controlan la frecuencia cardíaca.
• Ingreso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos): cualquier persona infectada con tétanos, aunque sea leve, está en peligro de muerte. Es frecuente que aparezcan espasmos espontáneos que impidan la respiración y provoquen paradas cardiorrespiratorias. Por eso es necesario un control exhaustivo del paciente en la UCI, donde los médicos podrán actuar con la tecnología necesaria en pocos segundos.