Anemia Hemolítica
Es una afección que se caracteriza por la insuficiencia de glóbulos rojos en la sangre debido a la destrucción prematura de los mismos.
La anemia es una afección en la cual el organismo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos, que son los encargados de proporcionar oxígeno a los tejidos del cuerpo. En condiciones normales los glóbulos rojos duran aproximadamente en torno a 120 días antes de que el cuerpo lo elimine pero, cuando se padece anemia hemolítica, los glóbulos rojos se destruyen antes de lo normal. Dicha destrucción prematura puede aparecer por diferentes motivos como, por ejemplo, cuando el sistema inmunitario elimina erróneamente a sus propios glóbulos rojos al identificarlos como sustancias extrañas que es lo que se conoce como anemia hemolítica inmunitaria.
Definición
La anemia hemolítica es una afección en la cual hay un número insuficiente de glóbulos rojos en la sangre, debido a su destrucción prematura. Normalmente los glóbulos rojos duran aproximadamente 120 días antes de que el cuerpo los elimine pero cuando se padece anemia hemolítica dicha cifra disminuye dando lugar a una insuficiencia de glóbulos rojos en sangre.
Causas
La anemia hemolítica se presenta cuando la médula ósea es incapaz de incrementar la producción de glóbulos rojos para compensar la destrucción prematura de los mismos. Si la médula ósea es capaz de mantener a la par la destrucción de glóbulos rojos con la producción de los mismos entonces no se presentará anemia (algunas veces esto se denomina hemólisis compensada).
Existen muchos tipos de anemia hemolítica que se clasifican según la razón por la que se destruyen los glóbulos rojos de forma prematura. El defecto puede estar dentro del mismo glóbulo rojo sanguíneo (factores intrínsecos) o fuera de éste (factores extrínsecos).
Los factores intrínsecos están a menudo presentes en el nacimiento (hereditarios) y abarcan:
- Anomalías en las proteínas que forman los glóbulos rojos normales.
- Diferencias en la proteína dentro de un glóbulo rojo que lleva oxígeno (hemoglobina).
Los factores extrínsecos abarcan:
- Respuestas anormales del sistema inmunitario.
- Coágulos de sangre en los vasos sanguíneos pequeños.
- Ciertas infecciones.
- Efectos secundarios a causa de medicamentos.
- Exposición a ciertos químicos, fármacos y toxinas.
- Transfusión de sangre de un donante con un tipo de sangre que no es compatible con el suyo.
Síntomas
Si la anemia es leve es posible que no se sufra ningún síntoma pero si el problema se va desarrollando lentamente pueden aparecer algunos síntomas como:
- Sentirse débil o cansado habitualmente y sin causa aparente o sentirse más cansado de lo normal después de realizar ejercicio.
- Dolores de cabeza.
- Problemas para concentrarse o pensar.
En caso de que la anemia tenga cierta gravedad puede dar lugar a alguno de los siguientes síntomas:
- Mareo al ponerse de pie.
- Dificultad para respirar.
- Lengua adolorida.
- Palidez de la piel.
- Agrandamiento del bazo (esplenomegalia).
- Frecuencia cardíaca rápida.
- Piel de color amarillo (ictericia).
- Orina turbia.
Tipos de Anemia Hemolítica
Los tipos de anemia hemolítica abarcan:
- Hemoglobinopatía SC (similar en síntomas a la anemia drepanocítica).
- Anemia hemolítica debido a deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa.
- Eliptocitosis hereditaria.
- Ovalocitosis hereditaria.
- Esferocitosis hereditaria.
- Anemia hemolítica autoinmunitaria idiopática.
- Malaria.
- Anemia hemolítica microangiopática (AHMA).
- Anemia hemolítica no inmunitaria causada por químicos o toxinas.
- Hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN).
- Anemia hemolítica inmunitaria secundaria.
- Anemia drepanocítica.
- Talasemia.
- Transfusión de sangre de un donante con un tipo sanguíneo diferente.
Pruebas y Exámenes
Normalmente para diagnosticar la anemia hemolítica se realiza un análisis llamado hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC) y que además puede ayudar a detectar el tipo y la causa del problema. Algunas partes importantes de este tipo de prueba incluyen el conteo de glóbulos rojos (CGR), hemoglobina y hematocrito (HCT).
Exámenes para detectar la destrucción de los glóbulos rojos (hemólisis):
- Conteo de reticulocitos absoluto.
- Hemoglobina libre en el suero o la orina.
- Conteo de glóbulos rojos, hemoglobina y hematocrito.
- Niveles de haptoglobulina sérica.
- Niveles de bilirrubina indirecta en suero.
- Deshidrogenasa láctica en suero.
- Urobilinógeno urinario y fecal.
A continuación se muestra una lista con los diferentes tipos de análisis que pueden identificar el tipo de anemia hemolítica:
- Conteo de reticulocitos absoluto.
- Prueba de Coombs, directa e indirecta.
- Examen de Donath-Landsteiner.
- Crioaglutininas.
- Hemoglobina libre en el suero o la orina.
- Hemosiderina en la orina.
- Conteo de plaquetas.
- Electroforesis de proteínas en suero.
- Piruvato cinasa.
- Niveles de haptoglobulina sérica.
- Deshidrogenasa láctica en suero.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo y la causa de la anemia hemolítica:
- En caso de emergencia, puede ser necesaria una transfusión de sangre.
- En caso de sistema inmunitario hiperactivo pueden utilizarse fármacos que inhiban dicho sistema inmunitario.
- Cuando las células sanguíneas se están destruyendo a un ritmo rápido puede ser necesaria la suplementación de ácido fólico y hierro.
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