Mialgia
La mialgia es cualquier sensación de dolor aguda, convulsiva y tirante en un músculo que puede experimentarse de forma extendida (difusa) o en un punto concreto del cuerpo (local) además el dolor puede afectar a cualquiera de los 600 músculos del cuerpo humano.
La mialgia o dolor muscular puede aparecer por un sobreesfuerzo físico que se manifiesta con agujetas o también puede aparecer tras una lesión muscular. En algunas ocasiones, este dolor muscular puede ser un síntoma de una enfermedad infecciosa. También se puede experimentar dolor muscular a causa de tratamientos con determinados medicamentos o consumo de sustancias tóxicas como el alcohol, la cocaína y la heroína. Además, las mialgias pueden provocar otros síntomas asociados como dificultad respiratoria, arritmias cardiacas, entumecimiento, sensación de quemazón, hormigueo, irritabilidad, desorientación o fatiga.
¿Qué es?
El dolor muscular o mialgia, es cualquier sensación de dolor aguda, convulsiva y tirante en un músculo. El dolor muscular puede experimentarse de forma extendida (difusa) o en un punto concreto del cuerpo (local) pudiendo llegar a doler cualquiera de los 600 músculos que posee el cuerpo humano.
El dolor muscular o mialgia puede variar de leve a insoportable, y aunque a menudo desaparece en unos pocos días, puede llegar a persistir durante meses. El dolor muscular puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, incluyendo el cuello, la espalda, las piernas e incluso las manos.
Normalmente, el dolor muscular es inocuo y el desencadenante más común es un agarrotamiento muscular (miogelosis) o una lesión muscular. Sin embargo, los dolores musculares también pueden aparecer como síntoma de distintas enfermedades infecciosas. En casos excepcionales el dolor muscular es consecuencia de enfermedades óseas (del esqueleto), desgaste de articulaciones (artrosis), enfermedades del músculo o del sistema nervioso.
Causas
Las causas más frecuentes de mialgia son sobrecarga, lesión, estrés y tensión. Sin embargo, la mialgia también puede ser causada por enfermedades, trastornos, medicamentos, o como respuesta a una vacunación. También puede ser un signo de rechazo agudo después de la cirugía de trasplante de corazón.
Las causas más comunes son:
- Lesión o trauma, tales como los esguinces, hematomas.
- Sobrecarga: usar demasiado el músculo, con demasiada frecuencia, incluyendo la protección de una lesión independiente.
- Tensión crónica.
El dolor muscular es un síntoma frecuente en diversas enfermedades, entre las que cabe destacar:
- Enfermedades infecciosas, como la gripe, abscesos en el músculo, la enfermedad de Lyme, la malaria, la triquinosis o la poliomielitis.
- Enfermedades autoinmunes, como la enfermedad celíaca, el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren o la polimiositis. La enfermedad celíaca con frecuencia cursa sin síntomas digestivos o estos son muy leves, y los síntomas no digestivos, como el dolor muscular o musculoesquelético, pueden ser los únicos indicios de su presencia.
- Enfermedades gastrointestinales, como la sensibilidad al gluten no celíaca (que también puede cursar sin síntomas digestivos) y la enfermedad inflamatoria intestinal (incluyendo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa).
- Enfermedades reumáticas, como la fibromialgia o la polimialgia reumática.
- Enfermedades del tejido conectivo, como el síndrome de Ehlers-Danlos.
Otras causas de dolor muscular incluyen:
- Medicamentos, como los IECA, utilizados para bajar la presión arterial, y los derivados de las estatinas y los ácidos fíbricos (fibratos), que se emplean para el tratamiento de las dislipidemias. Otros medicamentos que pueden producir mialgias son ciertos hipotensores, como la doxazosina.
- Drogas, como la cocaína.
- Desequilibrios de electrolitos, como cuando los niveles de potasio o calcio están muy bajos.
Síntomas
Los síntomas pueden localizarse en distintas zonas (difusos) o padecerse en un punto muy concreto ya que la mialgia puede extenderse a otros puntos diferidos. El lugar en que el dolor de la mialgia se presenta en diferido puede ser el mismo miembro dolorido, la misma zona o cualquier otra parte del cuerpo. En la mialgia, la sensación dolorosa puede pasar a la médula y es por ello por lo que se extiende a otras partes.
Los dolores musculares pueden ser tirantes, punzantes, sordos u opresivos o dar sensación de quemazón. Pueden aparecer repentinamente como dolores musculares violentos y agudos, como por ejemplo ocurre con los calambres o los tirones musculares. Otros dolores musculares pueden ser crónicos, tal y como sucede con los agarrotamientos musculares prolongados.
Tipos de dolor muscular:
- Dolores musculares agudos: aunque sean de duración limitada, tienen una función de advertencia y protección. En cuanto el estímulo desencadenante desaparece, los dolores disminuyen rápidamente.
- Dolores musculares crónicos: que pueden padecerse durante un período superior a los seis meses y que pueden representar un cuadro clínico propio (síndrome de dolor).
La mialgia también puede ocasionar síntomas como:
- Hormigueo en la zona afectada.
- Irritabilidad.
- Fatiga.
- Debilidad.
- Torpeza.
- Descordinación.
- Sensación de quemazón.
Diagnostico
Para conocer las causas de los dolores musculares se puede aplicar alguna de las siguientes pruebas o exámenes:
- Examen corporal.
- Análisis de sangre: así, por ejemplo, el cuadro hemático diferencial, la velocidad de sedimentación globular media y los valores de PCR, proporcionan indicios de causas infecciosas o autoinmunes, mientras que determinados valores hepáticos indican un abuso del alcohol crónico.
- Ultrasonografía (ecografía): este examen por imagen puede ser útil para el diagnóstico si se sospecha una inflamación muscular (miositis).
- Imagen por resonancia como la tomografía computarizada (TC) y la tomografía por resonancia magnética (TRM): estos procedimientos por imagen son más adecuados que los ultrasonidos cuando se trata de músculos más profundos (sobre todo si el afectado tiene un sobrepeso importante); una RM puede contribuir al diagnóstico si se sospecha una enfermedad inflamatoria del músculo.
Tratamiento
En primer lugar es recomendable tratar la enfermedad causante de la mialgia, por lo que si observa síntomas de mialgia debe visitar inmediatamente a un profesional de la salud para que diagnostique la enfermedad y aplique el tratamiento adecuado de la misma. Para el dolor muscular por sobrecarga o lesión, descanse esa parte del cuerpo y tome acetaminofén o ibuprofeno.
- Descansar: En condiciones de sobrecarga y para acelerar el proceso natural de recuperación lo mejor es tomar un descanso suficiente.
- Aplicar frío: Use una compresa fría o caliente dos veces al día. Esto hará que el dolor disminuya en pocos días.
- Aplicar calor: Calentar una cucharada de aceite de mostaza. Utilice este aceite caliente para masajear suavemente la parte del cuerpo afectada. Masajear la zona afectada con un movimiento circular para calmar y relajar los músculos.
- Terapia: Consulte a un fisioterapeuta para aprender acerca de los ejercicios que pueden ayudar a recuperarse rápidamente de mialgia. La acupuntura y la aromaterapia también pueden ser eficaces en la reducción de mialgia.
- Dieta saludable: En lo que se refiere a la dieta, es necesario mantener un balance saludable de calcio y de potasio. Los médicos recomiendan el consumo de granadas frescas en forma de fruta o jugo como parte de la dieta diaria. Otros alimentos esenciales pueden incluir verduras frescas, arroz integral, nueces, pollo o pavo sin piel y pescado.
- Sesiones de sauna: Si padece alteraciones del sistema circulatorio, hiperfunción de la tiroides o infecciones agudas, debe consultar primero al médico de cabecera o prescindir de la sauna para el tratamiento de los dolores musculares.
- Baños calientes: Con un chorro de agua sobre el punto de dolor durante 10 a 15 minutos.
- Técnicas de relajación: Por ejemplo, relajación muscular progresiva, técnica de autorrelajación.
Más información
Puedes encontrar más información sobre la mialgia en los siguientes sitios web:
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