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Edema

El edema, también conocido como hidropesía, es la acumulación de líquido en el espacio extracelular o intersticial debido a que, dicho líquido, sale de los vasos sanguíneos y se acumula en el tejido o en ciertas cavidades del cuerpo.

El edema es la acumulación de líquido en el espacio extracelular del cuerpo. Dicha acumulación, puede estar provocada por enfermedades o por diferentes causas como el sedentarismo, el exceso de sodio en la dieta, desnutrición o falta de determinadas vitaminas, cambios hormonales, etc. El síntoma más habitual del edema es la sensación de hinchazón y de pesadez en la zona afectada. Para tratar el edema es necesario identificar la causa que lo ha provocado pero, generalmente, el movimiento y el deporte suelen ayudan a eliminar el exceso de acumulación de líquido.

¿Qué es?

El edema o hidropesía es la acumulación de líquido en el espacio extracelular del cuerpo. Dicha acumulación, se debe a que el líquido sale de los vasos sanguíneos y se acumula en los tejidos blandos o en ciertas cavidades del cuerpo como, por ejemplo, la cavidad abdominal.

La acumulación de líquido puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo y crear una sensación de hinchazón que puede afectar a varias zonas. Los edemas suelen estar asociados a varias enfermedades y trastornos del metabolismo pero, en muchos casos, son pasajeros y de poca importancia, como sucede en los cambios hormonales previos a la menstruación. En otros casos, pueden deberse a enfermedades graves como la insuficiencia cardíaca o la cirrosis hepática.

Causas

El edema puede estar causado por enfermedades o por otras causas como:

• Cambios hormonales como, por ejemplo: hipertiroidismo, hipotiroidismo, síndrome premenstrual (SPM) o menopausia.
• Problemas de circulación y debilidad venosa.
• Embarazo, durante el embarazo la combinación de hormonas liberadas para retener líquido suele hacer que se presente edema sobre todo en los tobillos.
• Medicamentos como la cortisona, los agentes vasodilatadores, la píldora anticonceptiva o los analgésicos como el ácido acetilsalicílico.
• Desnutrición o dieta pobre en vitamina B1, B5 y B6.
• Aumento de peso.
• Sedentarismo o inactividad física, pasar gran parte del tiempo sentado o de pie sin moverse.
• Periodo postquirúrgico tras una intervención.
• Permanecer en alturas elevadas, lo que puede ocasionar edema pulmonar.
• Alergias.
• Déficit de proteínas (hipoproteinemia).
• Heridas como accidentes deportivos o traumatismos en la cabeza.
• Excesivo consumo de sal especialmente en aquellos casos de personas con tendencia a la formación de edemas y que además tienen sobrepeso y una vida sedentaria.
• Quemaduras.

Enfermedades que pueden causar edema:

• Enfermedades cardíacas como la insuficiencia cardíaca, lesiones valvulares o inflamaciones cardíacas.
• Enfermedades pulmonares como la EPOC, el asma, la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
• Enfermedades renales como la inflamación renal o el síndrome nefrótico.
• Enfermedades hepáticas como la inflamación del hígado o la cirrosis hepática.
• Diabetes.
• Enfermedades neurológicas.
• Enfermedades tumorales.
• Enfermedades del tiroides.

Síntomas

Algunos de los síntomas que producen los edemas pueden ser:

• Dolor e hinchazón en la parte del cuerpo afectada, que puede provocar dificultades o dolor para vestirse o para ponerse los zapatos.
• Normalmente, la zona afectada por el edema provoca una hendidura en la piel al ser presionada, salvo en el caso de los edemas más graves.
• Los edemas pueden producir dolor en las articulaciones y dificultar la movilidad en brazos, piernas, muñecas y dedos.
• Generalmente, los edemas también vienen acompañados de una reducción en la cantidad de orina expulsada.
• En el caso de los edemas pulmonares, el síntoma más claro es el de ausencia de aire además, en los casos más comunes produce sensación de asfixia o altos niveles de fatiga mientras que en los casos más graves pueden dar lugar a complicaciones severas, como el encharcamiento de los pulmones.

Tipos de edema

Hay distintos tipos de edema clasificados por la zona a la que afectan. Dicho tipos son:

• Edema periférico: Se localiza en la zona de los pies, tobillos, piernas, brazos o manos.
• Edema cerebral: Se desarrolla en y alrededor del cerebro.
• Edema pulmonar: El edema pulmonar ocurre generalmente cuando existe una insuficiencia cardíaca, el corazón deja de funcionar y la presión en las venas que pasan por el pulmón se eleva. Hay una acumulación en los alveolos pulmonares que produce dificultad para respirar.
• Edema del ojo: Se desarrolla dentro y alrededor del ojo. Por ejemplo el edema corneal, el edema macular o el edema periorbital.

Diagnóstico

El edema puede estar causado por enfermedades que requieren un tratamiento específico. Por lo tanto, en un principio, el diagnóstico comienza con una entrevista en la cual el médico hace algunas preguntas para conocer cuándo aparecieron los edemas, si se intensifican en determinadas condiciones (por ejemplo, "piernas hinchadas" por la tarde, en reposo, dependiendo del ciclo hormonal, de la temperatura...), cómo ha evolucionado el edema a lo largo del tiempo, si existen enfermedades previas (como una insuficiencia cardíaca o una cirrosis hepática) y si se han tomado medicamentos. Es importante determinar el estado físico de la persona afectada, especialmente en lo que a sintomatología cardiovascular se refiere, por si se estuviera ante una emergencia médica. Para hacer un diagnóstico correcto del edema también se vigila si ha habido un cambio en los patrones diuréticos del afectado (si la micción es normal y cuánto tiempo pasa entre una y otra). Igualmente es importante valorar el estilo de vida que lleva, si es sedentario, si hace ejercicio físico, si se alimenta de forma correcta, etc...

A continuación, se realiza una minuciosa exploración física en la que se atiende a las alteraciones que puedan existir en las venas como, por ejemplo, varices. Después, se realiza un análisis de sangre y de orina. En este caso interesan, sobre todo, los valores de las proteínas y los electrolitos (como el potasio), que son los que van a informar de si hay o no una sobrecarga cardiaca o renal. Según la supuesta causa de los edemas, resulta conveniente realizar otros exámenes como, por ejemplo, ecografías, exámenes radiológicos, análisis especiales de sangre, exámenes cardíacos y muchos más.

Tratamiento

Para encontrar el tratamiento adecuado para el edema es importante conocer y tratar la enfermedad primaria que lo ha provocado. En la mayoría de los casos, el movimiento y el deporte son fundamentales como tratamiento a largo plazo, especialmente, cuando la causa que ha provocado el edema son trastornos circulatorios de las venas primarias.

Cuando el edema afecta a las piernas, se recomienda ponerlas en alto para bajar la inflamación. Además, también resulta conveniente aplicar una terapia compresiva a base de vendaje compresivo o medias compresivas. Otro método beneficioso es realizar masajes especiales para acelerar la salida del líquido del tejido afectado.

Para eliminar con rapidez el líquido del cuerpo, el médico puede recetar medicamentos eliminadores del líquido que se conocen como diuréticos. Sin embargo, estos tratan únicamente la acumulación del líquido en el tejido pero no las causas que provocan dicha acumulación.