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Hipotensión Arterial

La hipotensión se produce cuando el corazón bombea la sangre al ritmo más lento de lo habitual, lo que provoca que el resto de órganos del cuerpo no reciba la sangre necesaria provocando mareos y desmayos.

Hipotensión Arterial

La presión arterial baja se conoce con el nombre de hipotensión y se considera que se sufre de ésta cuando la medida de la tensión es menor de 80-60 mmHg. A diferencia de la hipertensión, la hipotensión sí que tiene asociados una serie de síntomas siendo los más comunes los mareos y desmayos. En caso de padecer hipotensión es necesario acudir al médico lo antes posible para que evalúe nuestro caso ya que si no se trata puede provocar daños graves a la salud.

¿Qué es?

Se considera hipotensión cuando la presión arterial es menor de 80-60 La presión arterial es la fuerza a la que la sangre fluye a través de las arterias, es regulada gracias al bombeo por parte del corazón y también por la tensión de las paredes de las arterias. Los niveles que se consideran normales se encuentran entre 130-90 mmHg (límites altos) y 80-60 mmHg (límites bajos).

Una presión arterial por debajo de 80-60 mmHg se considera hipotensión arterial y, a diferencia de la hipertensión, genera síntomas que pueden suponer un riesgo grave e inmediato para la vida.

Causas

La hipotensión arterial sucede cuando falla la regulación del aparato cardiovascular en alguno de sus puntos, principalmente en el corazón y las arterias principales. Las causas de hipotensión arterial más frecuentes son:

  • Hipotensión ortostática: se produce cuando una persona pasa de estar sentada o tumbada a ponerse de pie lo que provoca que la tensión arterial disminuya durante algunos segundos hasta que el corazón la vuelve a ajustar. Suele ser habitual en personas ancianas, deshidratadas, enfermas o embarazadas pero también pueden experimentarla en alguna ocasión personas sanas, sobre todo después de comer, ya que el corazón está mucho más relajado y el flujo de sangre se concentra en el aparato digestivo.
  • Síncope vasovagal: es el nombre médico que se le da a un desmayo o lipotimia. En la mayoría de los casos la presión arterial disminuye porque el corazón reduce demasiado su frecuencia. Suele producirse en situaciones muy variadas de desmayo e hipotensión: tener calor, fiebre, dolor intenso, haber vomitado …
  • Consumo de medicinas o tóxicos: una de las causas más frecuente de hipotensión en adultos es a consecuencia del tratamiento con diuréticos (que se usan para tratar la hipertensión arterial). Otros medicamentos que también pueden provocar caídas de la presión arterial son: antidepresivos, ansiolíticos, analgésicos, etcétera. El alcohol es la única droga que causa hipotensión de forma frecuente.
  • Hipotensión arterial crónica: es poco frecuente y provoca síntomas difusos en las personas que la padecen como: debilidad, cansancio, somnolencia… Las causas más frecuentes de hipotensión arterial crónica son la enfermedad de Parkinson, la diabetes, anemia, úlceras digestivas…
  • Shock hipotensivo: se llama así a las situaciones de emergencia en las que la presión arterial cae bruscamente hasta niveles que impiden el riego sanguíneo de los órganos vitales. El origen del shock puede ser un fallo cardíaco (infarto, fibrilación, etcétera), por dilatación arterial brusca (sepsis o medicamentos) o pérdida de sangre por hemorragia.

Síntomas

Los síntomas más comunes de la hipotensión arterial son:

  • Visión borrosa.
  • Vértigo.
  • Mareos.
  • Somnolencia y desconcierto momentáneo.
  • Debilidad.
  • Confusión e incluso pérdida de conocimiento.
  • Desmayos o desvanecimientos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Palidez de la piel, labios y conjuntiva, por disminución del riego sanguíneo.
  • Dolor en el pecho que puede recordar a un infarto y palpitaciones.
  • Dificultad para respirar, sensación de que “falta aire”.
  • Dolor en el cuello y rigidez del mismo.
  • Pitidos en los oídos.

Tipos de hipotensión

La hipotensión arterial se puede clasificar como:

  • La hipotensión ortostática: Se produce a partir de un cambio súbito en la postura del cuerpo como, por ejemplo, pasar de estar acostado a estar de pie muy rápidamente. Esta bajada de la tensión sólo suele durar unos segundos o minutos.
  • La hipotensión ortostática posprandrial: Es parecida a la anterior con la característica añadida de que se produce después de comer. Este tipo afecta más frecuentemente a los adultos mayores, a aquellos que tienen la presión arterial alta o a los que padecen Parkinson.
  • Hipotensión mediada neuralmente: Se denomina así a la descoordinación entre el bombeo del corazón y el cerebro. Se caracteriza por descensos bruscos de la presión sanguínea. Las personas que la sufren tienen tendencia a no poder mantenerse en situación vertical durante mucho tiempo.
  • Hipotensión grave: Puede estar causada por una pérdida repentina de sangre, una infección que revista gravedad, un ataque al corazón, una reacción alérgica con carácter intenso, diversas arritmias, consumo de fármacos etc.

Diagnostico

En primer lugar se llevará a cabo una vigilancia de los signos vitales, como la temperatura, el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial.

En determinados casos puede ser necesario que, después de realizar las pruebas anteriores, deba permanecer ingresado un tiempo.

Además se podrán realizar otras pruebas como:

  • Análisis del metabolismo básico.
  • Hemocultivos para determinar si existe algún otro tipo de infección.
  • Conteo sanguíneo completo (hemograma).
  • Análisis de orina.
  • Radiografía del abdomen.
  • Radiografía del tórax.
  • Electroencefalograma.
  • Test de la mesa inclinada.

Tratamiento

Para tratar la hipotensión arterial se debe prestar especial atención a la causa, la intensidad y el contexto en el que sucede. A continuación se muestra el tratamiento en relación a los diferentes tipos de hipotensión:

  • Hipotensión ortostática: cuando sucede de forma puntual no necesita tratamiento, siempre y cuando la persona que lo ha sufrido se encuentre en un estado general bueno. En caso contrario, es necesario rehidratar con suero oral si el problema se debe a la deshidratación (por una diarrea, por ejemplo). Cuando el problema es crónico la única opción son las medidas preventivas.
  • Síncope vasovagal: cuando una persona pierde el conocimiento y se desmaya lo primero que hay que comprobar es si respira. En caso de que no respire hay que contactar con el servicio de emergencias y comenzar maniobras de resucitación cardiopulmonar. En caso de que respire, el desmayo se deberá probablemente a un síncope. Después de un episodio de este tipo, se recomienda la visita al médico en todos los casos.
  • Consumo de medicinas y tóxicos: en todos los casos de hipotensión arterial debidas al consumo de medicinas o tóxicos se recomienda acudir al médico para que valore si es necesario suspender un tratamiento o cambiarlo por otro que no produzca esos efectos secundarios. Nunca se debe suspender un tratamiento por decisión propia y sin consultar antes al médico.
  • Hipotensión arterial crónica: el único tratamiento que se puede realizar en estas situaciones son medidas preventivas que aumenten la presión arterial.
  • Shock hipotensivo: esta situación es una emergencia vital y debe ser tratada en un hospital, donde se corregirá la presión arterial con noradrenalina para después identificar la causa y erradicarla.

Prevención

La hipotensión arterial se puede prevenir mediante las siguientes medidas:

  • Beber abundante líquido para evitar la deshidratación que puede desencadenar un síncope.
  • No consumir alcohol.
  • Mantener una dieta completa y equilibrada con presencia de fruta, vegetales y alimentos ricos en sal.
  • Realiza ejercicio físico moderado, pero siempre con control.
  • Al incorporarse del sofá o la cama hay que hacerlo muy poco a poco, sentándose entre medias.
  • Evitar las situaciones agobiantes y calurosas.

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La información facilitada en CandidiasisWeb no pretende en ningún caso sustituir a un servicio de atención médica, así como tampoco debe utilizarse con el fin de establecer un diagnóstico o elegir un tratamiento.

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