Disuria
La disuria está originada por enfermedades de las vías urinarias y se caracteriza por aparecer dificultad, dolor y escozor a la hora de miccionar. Puede ser causada tanto por bacterias como por hongos o, incluso, enfermedades de transmisión sexual.
La disuria se caracteriza por la dificultad para miccionar además, dicha dificultad, suele acompañarse de dolor y escozor. La causa principal de la aparición de dichos síntomas suelen ser infecciones de las vías urinarias producidas por bacterias u hongos pero también puede ser provocada por enfermedades de transmisión sexual o por cálculos en los riñones o en la vejiga. Por lo tanto, antes de comenzar el tratamiento de esta afección será de gran importancia el diagnóstico adecuado de la causa que la provocó.
¿Qué es?
La disuria se refiere a la micción difícil, dolorosa e incompleta que suele estar originada por enfermedades de las vías urinarias, es decir, del uréter, la uretra y la vejiga. Dependiendo de cuales sean las causas, el dolor puede aparecer al comienzo de la micción o al final de la misma (disuria terminal).
En muchos casos la disuria se caracteriza por dificultad al evacuar la orina acompañada de molestos escozores al final de la micción. También, en muchos casos, se acompaña de una necesidad de orinar frecuentemente pero solo en pequeñas cantidades de orina (polaquiuria). En el caso de que la micción sea muy dolorosa y dificultosa evacuando tan solo unas pocas gotas se trata de estranguria. El escozor al orinar suele estar acompañado de dolor en el pubis y de calambres en el abdomen inferior.
Causas
La causa más común de la disuria es la infección de las vías urinarias (uretra, vejiga o los riñones). El tipo más común de infección es la cistitis (infección de la vejiga), la pielonefritis (infección renal), la prostatitis (infección de la próstata) y la uretritis (inflamación de la uretra). También pueden producir síntomas de disuria determinadas enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea, clamidia, herpes genital, etc.
Además de las infecciones existen otras causas que pueden irritar o inflamar el tracto urinario, algunas de ellas son:
- Cálculos en el tracto urinario
- Irritación de la uretra por la actividad sexual
- Cistitis intersticial, una afección causada por la inflamación de la vejiga
- Cambios vaginales relacionados con la menopausia
- Actividades tales como montar a caballo o en bicicleta
- Sensibilidad vaginal o irritación relacionada con el uso de jabones perfumados o baños de burbujas, papel higiénico, o de otros productos tales como duchas o espermicidas
- Efectos secundarios de ciertos medicamentos, suplementos y tratamientos
- Tumor en el tracto urinario
- Cuerpos extraños en la vejiga o uretra
- Hiperplasia benigna de próstata
- Absceso prostático
- Infecciones de la vesícula seminal (espermatocistitis)
Factores de riegos
Los factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar una infección urinaria incluyen:
- Ser mujer: Las infecciones urinarias son comunes en las mujeres ya que tienen una uretra más corta que los hombres, lo que reduce la distancia que las bacterias deben recorrer para llegar a la vejiga.
- Ser sexualmente activo: Las mujeres sexualmente activas tienden a tener más infecciones urinarias que las mujeres que con una actividad sexual menor.
- Los hombres mayores de 60 años
- Uso de ciertos tipos de control de la natalidad: Las mujeres que usan diafragmas para el control de la natalidad también pueden estar en mayor riesgo así como las mujeres que utilizan agentes espermicidas.
- Finalización de la menopausia: Después de la menopausia, las infecciones urinarias pueden ser más comunes debido a la falta de estrógenos, que provoca cambios en el tracto urinario que lo hacen más vulnerable a la infección.
- Tener anormalidades del tracto urinario: Los bebés que nacen con anormalidades del tracto urinario que no permiten que la orina salga del cuerpo normalmente tienen un mayor riesgo de infecciones urinarias.
- Tener obstrucciones en el tracto urinario: Los cálculos en el riñón o la próstata agrandada puede atrapar la orina en la vejiga y aumentar el riesgo de infección urinaria.
- Tener un sistema inmunitario debilitado: La diabetes y otras enfermedades que afectan el sistema inmunológico pueden aumentar el riesgo de infecciones urinarias.
- Uso de un catéter para orinar: Las personas que no pueden orinar por su cuenta y utilizan un tubo (catéter) para orinar tienen un mayor riesgo de infecciones urinarias.
Diagnóstico
Para el diagnóstico de la disuria puede ser de gran ayuda la descripción exacta de los síntomas ya que pueden orientar hacia determinadas patologías, por ejemplo, si el escozor aparece al inicio o al final de la micción.
El método principal para determinar el escozor al miccionar es un análisis y cultivo de orina, que ayudará al médico a determinar posibles alteraciones en la orina como la presencia de sangre, proteínas o leucocitos además de aislar posibles patógenos (bacterias u hongos) que contenga la orina. En el caso de que se detecte la posibilidad de que la causante de la infección sea una enfermedad de transmisión sexual se procederá a realizar un análisis de sangre y un frotis para realizar un cultivo de patógenos.
Otras pruebas complementarias que pueden utilizarse para diagnosticar el dolor y escozor al miccionar son la ecografía de las vías urinarias y la vejiga, una cistoscopia (endoscopia de la vejiga), o un examen radiológico con administración de contraste. En el caso de que se sospeche de la existencia de una enfermedad en la próstata se realizará una exploración de la misma a través del ano (tacto rectal) y una determinación en sangre de una proteína específica de la próstata (antígeno prostático).
Tratamiento
El tratamiento de la disuria atiende a las causas que originan los síntomas. Por ejemplo, una infección bacteriana de la uretra o la vejiga se tratará con antibióticos (amoxicilina o cotrimoxazol) mientras que una infección por hongos se tratará con antifúngicos. Además, es de gran importancia la ingesta abundante de líquidos para que el patógeno pueda expulsarse más rápidamente de las vías urinarias.
Si el dolor y escozor al miccionar está causado por piedras en la vejiga y uretra, el médico suele extirparlas a través de una endoscopia. En el caso de que el tamaño de las piedras sea grande se procederá a triturarlas primero con sondas de ultrasonido (terapia extracorporal por ondas de choque o litotricia). En algunos casos, puede ser necesario intervenir quirúrgicamente.
Si el dolor y escozor al orinar fuera un síntoma de otra enfermedad, deberá seguirse el tratamiento de dicha enfermedad, como en el caso de los tumores, de las enfermedades de transmisión sexual o de la hipertrofia benigna de próstata.
Prevención
Para ayudar a prevenir la disuria causada por cistitis o pielonefritis, puede:
- Beber varios vasos de agua cada día para limpiar el tracto urinario
- Las mujeres deben limpiarse de adelante hacia atrás después de defecar
- Orinar inmediatamente después del coito para expulsar las bacterias fuera de la uretra. Esto ayuda a evitar que las bacterias se introduzcan dentro de la vejiga.
Para evitar la disuria causada por la irritación:
- Las mujeres deben mantener el área genital limpia y seca, cambiar los tampones y toallas sanitarias con frecuencia y evitar el uso de jabones irritantes, aerosoles vaginales o duchas.
- Para evitar la irritación en niñas, lávelas bien pero con suavidad después de jugar en la arena y tener cuidado con los trajes de baño mojados, que pueden dar lugar a irritación y enrojecimiento de la vulva (vulvitis).
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