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Aspergilosis

El término aspergilosis incluye enfermedades de diferente patogenia provocadas por diferentes especies de Aspergillus, que abunda en la naturaleza y la inhalación de conidias es un fenómeno habitual.

Aspergilosis

La aspergilosis es una infección o reacción alérgica causada por varios tipos de moho del género Aspergillus. El moho a menudo se encuentra en el aire libre, plantas, el suelo o en materia vegetal en proceso de descomposición. El moho también puede crecer dentro de casa en el polvo de los hogares, estar presente en alimentos como las especias molidas y en los materiales de construcción. El Aspergillus fumigatus es el tipo de moho que puede causar aspergilosis con mayor probabilidad en ciertas personas con el sistema inmune debilitado cuando lo inhalan o aspiran sus esporas. Existen diferentes tipos de aspergilosis dependiendo de la parte del cuerpo a la que afecte además, éste será uno de los puntos a tener en cuenta para seleccionar el tratamiento adecuado.

¿Qué es?

Se conoce como aspergilosis a todas aquellas enfermedades producidas por hongos del género Aspergillus. Aunque en principio el género que causa infección con más frecuencias es el Aspergillus fumigatus, existen otros potencialmente patógenos como Aspergillus flavus, Aspergillus niger, Aspergillus nidulans o Aspergillus terreus.

Causas

Como se ha dicho anteriormente, la aspergilosis es causada por el hongo Aspergillus, que comúnmente crece en hojas muertas, granos almacenados, pilas de estiércol o abono u otras vegetaciones en descomposición.

Aunque la mayoría de las personas están expuestas frecuentemente al Aspergillus, las infecciones causadas por este hongo suelen afectar a personas con un sistema inmunitario debilitado o deprimido.

Síntomas

Los síntomas de la aspergilosis dependen de la parte del cuerpo afectada y pueden abarcar síntomas como:

  • Sangre en la orina.
  • Dolor de huesos.
  • Dolor torácico.
  • Escalofríos.
  • Disminución del gasto urinario.
  • Dolores de cabeza.
  • Aumento en la producción de esputo que puede contener sangre.
  • Insuficiencia respiratoria.
  • Úlceras o lesiones cutáneas.
  • Problemas de visión.

En caso de sufrir aspergilosis alérgica broncopulmonar los síntomas pueden ser:

  • Tos.
  • Tos con sangre o tapones mucosos de color castaño.
  • Fiebre.
  • Indisposición general (malestar).
  • Sibilancias.
  • Pérdida de peso.

En caso de aspergilosis invasiva los síntomas pueden incluir:

  • Fiebre.
  • Escalofríos.
  • Dificultades para respirar, como falta de aire.
  • Fallo de los riñones o el hígado.
  • Tos con sangre o hemorragia masiva de los pulmones.

Tipos de Aspergilosis

Existen diferentes tipos de aspergilosis:

  • Aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA): es una reacción alérgica que ocurre en algunas personas después de haber estado expuestos al hongo Aspergillus. El hongo puede causar hinchazón de los pulmones y, también, de las vías respiratorias. Este tipo de aspergilosis es más común en aquellas personas que sufren fibrosis quística o asma porque tienden a tener más mucosa en sus vías respiratorias. Aunque no está claro porque ocurre la reacción alérgica exactamente, la mucosa en las vías respiratorias puede facilitar un ambiente adecuado para el crecimiento del moho. La reacción alérgica puede producir síntomas parecidos a aquellos asociados con el asma o fibrosis quística.
  • Aspergilosis pulmonar: se desarrolla con más probabilidad en personas que sufren enfermedades crónicas de los pulmones o que tienen sus pulmones dañados. El Aspergillus también puede infectar los senos nasales y los canales auditivos. Las esporas del moho pueden colonizar las cavidades pulmonares que se desarrollaron a causa de alguna enfermedad crónica como tuberculosis, enfisema o sarcoidosis avanzada. Las fibras del hongo pueden formar un bulto combinándose con las células sanguíneas y los coágulos de sangre. Dicho bulto o bola fúngica se llama aspergiloma o micetoma.
  • Aspergilosis invasiva: es el tipo más severo de aspergilosis y ocurre cuando la infección viaja desde los pulmones hasta el flujo sanguíneo, lo que puede provocar que el hongo infecte otros órganos como los riñones, el hígado, la piel o el cerebro. Esta enfermedad puede resultar mortal si no se trata adecuadamente. Aquellas personas con un sistema inmune debilitado o deprimido son más susceptibles de sufrir esta enfermedad. Otros factores de riesgo incluyen un número bajo de glóbulos blancos, uso prolongado de medicamentos corticoesteroideos u hospitalizaciones.
  • Aspergilomas: Consisten en granulomas que contienen acúmulos del hongo, y son típicos en personas con cavidades previas (por ejemplo, por tuberculosis). A menudo dan lugar a tos sanguinolenta. Radiológicamente se detecta una gran masa de consolidación en el campo pulmonar.
  • Traqueobronquitis invasiva: Puede ser difusa, ulcerativa o pseudomembranosa.
  • Sinusitis aguda: puede ser grave y destructiva siendo generalmente provocada por extensión desde aspergilomas o aspergilosis alérgicas.

Diagnóstico de la Aspergilosis

El diagnóstico de las aspergilosis suele ser difícil y requiere la demostración de Aspergillus en biopsias o cultivos, aunque el riesgo de contaminación por hongos del ambiente es alto.

Los exámenes para diagnosticas la infección por Aspergillus incluyen:

  • Prueba de anticuerpos para aspergilosis.
  • Radiografía del tórax.
  • Conteo sanguíneo completo (hemograma).
  • Tomografía computarizada.
  • Galactomanan (una molécula del hongo que algunas veces se encuentra en la sangre).
  • Nivel de inmunoglobulina E (IgE) en la sangre.
  • Pruebas de la función pulmonar.
  • Tinción y cultivo de esputo para Aspergillus..
  • Biopsia de tejidos.

Tratamiento de la Aspergilosis

Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Medicamentos corticoesteroideos por vía oral: Se pueden recetar medicamentos sólidos o líquidos para tomar por vía oral en caso de aspergilosis broncopulmonar alérgica. Estos medicamentos reducen la inflamación y previenen que los síntomas respiratorios como la tos empeoren. Algunos de los medicamentos que se usan más a menudo son la prednisolona y la metylprednisolona.
  • Medicamentos antifúngicos: Estos medicamentos se suelen usar para tratar la aspergilosis pulmonar invasiva. Actualmente el medicamento de elección es el voriconazol porque causa menos efectos secundarios y parece ser más efectivo que otros medicamentos. La anfotericina B o el itraconazol también son eficaces en el tratamiento de la infección. A veces se usa caspofungina en casos en los que la infección es resistente a otros antifúngicos.
  • Los medicamentos antifúngicos a veces se usan a la vez que los corticoesteroides por vía oral cuando se trata ABPA. Los antifúngicos pueden causar serios efectos secundarios, como daño a los riñones o al hígado.
  • Cirugía: Las cirugía puede ser necesaria en los casos en los que hay aspergilomas que causan serios problemas, como hemorragias excesivas. Los medicamentos antifúngicos no suelen ser eficaces contra los aspergilomas, así que se recomienda una cirugía. La embolización puede ser una opción para bloquear el flujo de la sangre a la arteria que suministra sangre a la cavidad pulmonar donde se encuentra la bola fúngica. Esto puede parar la hemorragia, pero puede repetirse.

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