Artritis fúngica
La artritis fúngica también conocida como artritis micótica es un afección rara que provoca hinchazón e irritación de una articulación causada por una infección por hongos que en algunos casos puede ser consecuencia de una infección en otro órgano del cuerpo.
La artritis fúngica también conocida como artritis micótica es un afección rara que provoca hinchazón e irritación de una articulación causada por una infección por hongos que en algunos casos puede ser consecuencia de la diseminación de dicho hongo que ha afectado a otro órgano del cuerpo como, por ejemplo, el pulmón. La artritis fúngica presenta algunos síntomas como la rigidez de la articulación afectada que también puede presentar dolor y llegar a provocar estados febriles. Si no se trata a tiempo puede llegar a ocasionar daño en la articulación. El tratamiento suele consistir en la administración por vía intravenosa de fármacos antimicóticos como la anfotericina B, que debe ser suministrada bajo supervisión médica y que se combina con otros fármacos como el fluconazol, el ketoconazol o el itraconazol.
¿Qué es?
La artritis fúngica, también conocida como artritis micótica, se trata de una infección por hongos localizada en una articulación del cuerpo. Puede afectar tanto a huesos como a tejidos articulares y pueden verse afectadas una o varias articulaciones, aunque lo más habitual es que esta enfermedad la sufran las articulaciones grandes que cargan más peso como, por ejemplo, las rodillas.
Causas
La artritis fúngica se considera una afección rara. Ésta puede ser causada por cualquiera de los tipos invasivos de hongos. Por lo tanto, la infección puede ser el resultado de una infección en otro órgano, como los pulmones. Las personas con un sistema inmunitario debilitado que viajen o vivan en áreas en las que los hongos sean comunes, son más susceptibles a la mayoría de las causas de artritis fúngica.
Entre las afecciones que pueden causar artritis fúngica se encuentran:
- Blastomicosis
- Candidiasis
- Coccidioidomicosis
- Criptococosis
- Histoplasmosis
- Esporotricosis
- Exserohilum rostratum (debido a una inyección con ampolletas de esteroides contaminadas)
Síntomas
El hongo puede llegar a afectar tanto al hueso como al tejido de la articulación. Pueden verse afectadas una o más articulaciones pero será más habitual en las articulaciones largas que soportan más peso, como las rodillas.
Los síntomas de la artritis fúngica incluyen:
- Fiebre
- Dolor articular
- Rigidez articular
- Inflamación articular
- Inflamación de los tobillos, los pies y las piernas
Diagnóstico de la Artritis fúngica
Los exámenes que se pueden ordenar para diagnosticar la artritis fúngica incluyen:
- Cultivo de líquido articular en donde prolifera el hongo.
- Radiografía de la articulación que muestra cambios articulares.
- Prueba positiva de anticuerpos (serología) para enfermedad micótica.
- Biopsia sinovial que muestra el hongo.
Tratamiento de la Artritis fúngica
El principal objetivo del tratamiento consiste en curar la infección usando medicamentos antimicóticos. Los antimicóticos de uso común para tratar al artritis fúngica son la anfotericina B (administración intravenosa bajo supervisión médica) o los medicamentos de la familia de los azoles como el fluconazol, ketoconazol o itraconazol.
La infección crónica o avanzada de la articulación o el hueso puede requerir extirpación quirúrgica (desbridamiento) del tejido infectado.
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