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Irritabilidad

La irritabilidad es la propiedad del organismo para reaccionar antes estímulos externos e identificar un cambio negativo en el ambiente para poder reaccionar ante el mismo.

La irritabilidad puede ser un síntoma asociado a una afección o también puede estar causada por otros factores como situaciones ambientales, estrés, nerviosismo, ciclo menstrual, etc. Dichas situaciones pueden dar lugar a que nuestro estado de ánimo cambie con facilidad, por ello, es importante identificar las causas que provocan la irritabilidad para comenzar a tratarla de la forma adecuada.

¿Qué es?

Puede ser provocada por un factor externo o interno La irritabilidad es una sensación de agitación que puede presentarse después de un estímulo externo o interno como, por ejemplo, una provocación, una afección de la salud o algún trastorno mental.

En muchos casos la irritabilidad provoca una sensación de frustración que da lugar a cambios de humor. Es común que los bebés y los niños pequeños sean irritables, especialmente cuando se enferman ya que no son capaces de describir con exactitud los síntomas que provocan su malestar.

En adultos, la irritabilidad puede deberse a afecciones de la salud o a factores del entorno.

Causas

La irritabilidad puede ser un síntoma de una enfermedad específica incluso cuando todavía no hayan aparecido otros síntomas.

Las causas más probables de irritabilidad pueden ser:

• Estado de abstinencia de alcohol o drogas
• Austismo
• Cáncer
• Cólico en bebés
• Infecciones congénitas
• Diabetes u otra enfermedad metabólica
• Reacción a medicamentos
• Infección del oído
• Encefalitis
• Fractura, esguince u otra lesión de hueso, articulación o tejido
• Dolor de cabeza (migraña u otra)
• Traumatismo craneal
• Hidrocefalia
• Hipoglucemia
• Obstrucción intestinal
• Absceso o hemorragia intracraneal
• Anemia ferropénica
• Intoxicación con plomo
• Meningitis u otra infección seria
• Intolerancia a la leche
• Deficiencias nutricionales
• Infección por oxiuros
• Enfermedades psiquiátricas
• Trastornos del sueño
• Enfermedad de Tay-Sachs u otra enfermedad genética
• Dentición o problemas dentales
• Infección viral
• Sindrome premenstrual
• Menopausia
• Ansiedad
• Situaciones desesperantes

Síntomas

La irritabilidad puede estar acompañada de síntomas adicionales que pueden presentarse al mismo tiempo o, incluso, antes de que comience la misma.

Los síntomas más comunes que pueden acompañar a la irritabilidad son:

• Sudoración
• Aceleración de la frecuencia cardíaca
• Respiración agitada
• Confusión
• Ira
• Actitud agresiva
• Tendencia a discutir
• Tristeza

Si la irritabilidad ha sido causada por un desequilibrio hormonal, también podría presentar alguno de los siguientes síntomas:

• Cefaleas
• Fiebre
• Sofocos
• Ciclos menstruales irregulares
• Caída del cabello

Prevención

Existen una serie de recomendaciones que pueden ayudar a prevenir la irritabilidad. Dichas recomendaciones son:

• Dormir 8 horas diarias.
• Procurar estar en lugares tranquilos evitando situaciones de ruido extremo.
• Dedicar el tiempo libre a la realización de las actividades favoritas.
• Utilizar algún medicamento indicado para las molestias del ciclo menstrual.
• Evitar situaciones estresantes en la medida de los posible.

Cuando contactar con un médico

En caso de que se produzca una pérdida de peso importante sin que la persona se lo proponga o en casos de falta de apetito prolongada sumada con algunas de las situaciones que se muestran a continuación:

• Anorexia.
• Depresión.
• Ingestión de medicamentos que pudieran quitar la sensación de hambre.
• Alcoholismo.
• Drogadicción.

Tratamiento

Se debe tratar la causa que ocasiona la irritabilidad La mejor manera de tratar la irritabilidad es tratar la afección que la ocasiona. En caso de que esté ocasionada por un trastorno psicológico debe ser tratada por un especialista en salud mental, que podría prescribir determinados medicamentos para controlar el estado de ánimo.

En muchos casos la irritabilidad es consecuencia directa de la abstinencia de alcohol, drogas, cafeína o nicotina. En estos casos el médico podría administrarle una combinación de psicoterapia y medicamentos que ayuden a controlar las ansias.

En aquellos casos en los que la irritabilidad sea consecuencia de desequilibrios hormonales, su médico, puede recomendarle un tratamiento con hormonas. Dicho tratamiento debe ser prescrito y seguido por un médico, ya que no es adecuado para cualquier persona.