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Insomnio

El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por la incapacidad o dificultad para conciliar el sueño además de ir acompañado de despertar precoz y sueño nada o poco reparador.

Insomnio

El insomnio es un trastorno del sueño que suele caracterizarse por la dificultad para dormir en el momento de conciliar el sueño. Además también suele ir acompañado de otros síntomas como la sensación de fatiga, quedarse dormido durante el día, despertarse varias veces durante la noche, etc. Todo ello provoca que sea difícil realizar las tareas cotidianas además de aumentar el riesgo de sufrir accidentes como consecuencia de la falta de descanso. También cabe destacar que en muchos casos el insomnio suele ser un síntoma que acompaña a una enfermedad o trastorno ya existente.

¿Qué es?

El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por la incapacidad para dormir, afectando también a la calidad y cantidad de sueño. La dificultad para conciliar o mantener el sueño, el despertar precoz y un sueño poco o nada reparador son algunos de los síntomas más importantes que acompañan a este trastorno.

El insomnio también suele afectar durante el día como consecuencia de un descanso insuficiente. Debido a ello se suele experimentar cansancio, falta de energía, dificultad para concentrarse e irritabilidad que pueden tener como consecuencia un bajo rendimiento laboral y/o estudiantil además de aumentar el riesgo de sufrir accidentes.

Causas

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) las causas del insomnio se pueden clasificar como primarias o secundarias atendiendo a su procedencia.

Causas Primarias:
Son aquellas que están relacionadas con el mantenimiento de una adecuada higiene del sueño o con aspectos psicológicos:

  • Cambios fisiológicos: el envejecimiento produce cambios en el patrón del sueño. A medida que una persona envejece se produce una reducción en las horas y en la calidad de sueño además de un aumento de la somnolencia diurna.
  • Estilo de vida: los cambios constantes de horario motivados por cuestiones laborales o por viajes largos (jet-lag) pueden provocar trastornos del ritmo circadiano.
  • Fármacos: existen algunos medicamentos y otras sustancias que pueden alterar significativamente el sueño, entre ellas se encuentran los antihipertensivos, anticolinérgicos, hormonas, estimulantes, esteroides, antidepresivos, broncodilatadores, descongestionantes, antineoplásicos, la cafeína y la levodopa.

Causas Secundarias:
En determinados casos el insomnio puede ser a causa de una patología ya existente o a causa de factores de tipo ambiental:

  • Patologías físicas o psicológicas: algunas de las enfermedades o trastornos se asocian con el insomnio.
    • Trastornos cardiovasculares: insuficiencia coronaria, insuficiencia ventricular izquierda y arritmias cardiacas.
    • Trastornos pulmonares: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma.
    • Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia nerviosa.
    • Trastornos endocrinos: disfunción tiroidea.
    • Trastornos neurológicos: cefaleas, enfermedad de Parkinson, lesiones en el tálamo, demencia, etc.
  • Factores ambientales: temperaturas extremas, cambios de horario o viajes son algunos ejemplos de factores que pueden modificar el patrón de sueño y llegar a causar insomnio.

Síntomas

Los síntomas más comunes relacionados con el insomnio suelen ser:

  • Dificultad para quedarse dormido la mayoría de las noches.
  • Sentirse cansado o quedarse dormido durante el día.
  • Sueño poco o nada reparador o no sentirse renovado al despertar.
  • Despertarse varias veces durante el sueño.
  • Lentitud a la hora de procesar información.
  • Irritabilidad.

Tipos de insomnio

El insomnio se puede clasificar en varios tipos pero a continuación se exponen los más habituales:

  • Según sus causas:
    • Insomnio extrínseco: suele ser causado por factores externos como pueden ser alteraciones en la higiene del sueño, consumo de cafeína o alcohol, situaciones de estrés, etc.
    • Insomnio intrínseco: suele ser causado por factores internos como el insomnio psicofisiológico, insomnio primario, apneas obstructivas del sueño, síndrome de las piernas inquietas y alteraciones cronobiológicas.
  • Según su origen:
    • Insomnio orgánico: su origen se relaciona con una enfermedad orgánica.
    • Insomnio no orgánico: su origen se relaciona con trastornos mentales.
    • Insomnio primario: su origen no está relacionado con otras enfermedades.
  • Según la duración:
    • Insomnio transitorio: suele durar varios días. Este tipo de insomnio puede estar relacionado con un cambio de las condiciones ambientales del sueño, estrés situacional, enfermedad médica aguda, trabajar a turnos o durante la noches, jet lag, consumo de cafeína, alcohol, nicotina, drogas, etc.
    • Insomnio de corta duración: su duración suele ser menor de tres semanas. Puede deberse a situaciones de estrés o de cambio en las condiciones de vida (por ejemplo hospitalización), trastorno emocional, dolor, vivir en altitud, matrimonio, divorcio, cambio de residencia, duelo, etc.
    • Insomnio crónico: debido a enfermedades físicas o psiquiátricas crónicas.

Tratamiento

Para el tratamiento del insomnio se deben tener en cuenta las causas que lo han producido así como su severidad y duración. En muchos casos el insomnio se origina a causa de una enfermedad o trastorno que se debe tratar para que el insomnio remita. El tratamiento puede ser farmacológico o no farmacológico.

  • Tratamiento no farmacológico:
    También conocido como terapia conductual-cognitiva, consiste en mejorar la higiene del sueño, controlar los estímulos que provocan insomnio y regular los horarios. Este tipo de tratamiento suele ser muy efectivo con un porcentaje de éxito entorno al 70%.
    • No ir a la cama hasta tener sueño.
    • No realizar actividades como ver la televisión, leer o comer en la cama.
    • Evitar en la medida de lo posible agentes externos que produzcan ruido y que puedan interferir en el sueño.
    • No ingerir comida por lo menos durante una hora antes de acostarse.
    • Evitar comidas copiosas.
    • Eliminar el alcohol ya que produce despertares precoces y reduce el tiempo total de sueño.
    • Evitar tomar medicamentos que puedan producir insomnio como los glucocorticoides o los diuréticos.
    • Reducir el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína y el tabaco.
    • Practicar ejercicio físico de forma regular pero nunca poco antes de acostarse.
    • Mejorar las condiciones ambientales reduciendo ruidos y temperaturas extremas.
    • Permanecer en la cama únicamente el tiempo necesario de sueño.
    • Realizar ejercicios o terapias de relajación.
  • Tratamiento farmacológico:
    Este tipo de tratamiento está orientado a corregir la causa fundamental que ha provocado el insomnio.
    • Hipnóticos no benzodiacepínicos: son fármacos no muy fuertes que se usan para tratar insomnios de conciliación del sueño. Este tipo de fármacos suelen ser bien tolerados y producen pocos efectos secundarios.
    • Benzodiacepinas: se eligen de acuerdo al tipo de insomnio y, en algunos casos, suelen añadirse antidepresivos con efecto sedante.
    • Neurolépticos con efecto sedante: este tipo de fármacos solo se utilizan en casos de insomnio resistente.

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