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Botulismo

El botulismo es una intoxicación alimentaria poco frecuente causada por una neurotoxina bacteriana producida por la bacteria Clostridium botulinum, siendo la vía de intoxicación la ingestión de alimentos mal preparados o conservados de manera inapropiada.

El botulismo es una intoxicación alimentaria muy poco frecuente pero de gravedad causada por una bacteria llamada Clostridium botulinum, la cual afecta al sistema nervioso y puede ser mortal si no se diagnostica de forma precoz. Se contagia por una herida infectada con la bacteria o por la ingestión de alimentos contaminados con la toxina, dichos alimentos no suelen presentar mal olor ni mal aspecto. Para el diagnóstico de la enfermedad el médico se basará en la entrevista con la persona afectada y los síntomas que presente.

¿Qué es?

El botulismo es una intoxicación alimentaria muy poco frecuente pero grave producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum, la cual afecta al sistema nervioso y puede ser mortal si no se diagnostica y se trata rápidamente.

La principal vía de contagio del botulismo es a través de la ingesta de esporas de la bacteria que contaminan alimentos en conserva que han sido mal envasados o mal conservados, también puede contagiarse por contaminación de una herida con la bacteria.

Causas

El agente causante del botulismo es la bacteria Clostridium botulinum que es móvil, no necesita oxígeno para crecer y puede sobrevivir en cualquier lugar gracias a que se puede convertir en esporas. Sin embargo, las esporas pueden destruirse a altas temperaturas, gracias a lo cual se pueden esterilizar los alimentos para prevenir la enfermedad. En principio, cualquier alimento puede transmitir el botulismo, pero hay que tener especial cuidado con alimentos envasados en conservas, ahumados y salazones, ya que si se conservan durante bastante tiempo antes de consumirlos, la bacteria en ese tiempo puede sintetizar la toxina botulínica.

La toxina botulínica cuando se ingiere afecta directamente al sistema nervioso impidiendo la síntesis de acetilcolina, una sustancia esencial para la contracción de los músculos esqueléticos y también para funciones propias del sistema nervioso parasimpático, que se encarga de funciones complejas de otros órganos.

Tipos y Síntomas

Los diferentes tipos de botulismo y sus síntomas pueden ser:

• Botulismo por ingesta: según la cantidad de toxina que se haya ingerido, los síntomas pueden aparecer entre las 12 y 36 horas o tardar más de 4 días. Los síntomas son:
  • Boca seca.
  • Debilidad muscular.
  • Dificultad para tragar.
  • Dificultad para respirar.
  • Nauseas, vómitos y dolor abdominal.
  • Visión doble y párpados caídos.
• Botulismo infantil: los síntomas tardan más en aparecer que en los adultos y pueden ser:
  • Estreñimiento.
  • Respiración lenta o que se detiene.
  • Párpados caídos.
  • Problemas para sostener la cabeza erguida.
  • Dificultad para lactar.
  • Llanto débil.
• Botulismo por heridas: Es una forma rara de botulismo, no se conoce bien cuánto tardan en aparecer los síntomas. Estos son muy parecidos a la de esta patología por ingesta, pero, es posible, que la progresión sea mucho más rápida.

Diagnóstico del Botulismo

La toxina botulínica se puede detectar en la sangre, vómitos o heces de la persona afectada, pero su análisis requiere de varios días para dar un resultado definitivo, por lo que el médico se basa en la entrevista clínica y la exploración del paciente para realizar un diagnóstico precoz y, por tanto, aplicar un tratamiento efectivo contra la bacteria.

Como dato clave para sospechar de una infección por botulismo se atiende al precedente de haber consumido alimentos en conserva sospechosos. Hay que tener en cuenta que la comida infectada no huele mal ni tiene mal aspecto, por lo que a veces es difícil identificarla. En el caso de botulismo neonatal se relaciona en la mayoría de los casos con la ingesta de miel cruda.

Tratamiento del Botulismo

El tratamiento precoz del botulismo aumenta de forma considerable las posibilidades de superar la enfermedad, por lo tanto el diagnóstico temprano es de gran importancia. El tratamiento del botulismo consiste en cinco vías de actuación:

• Impedir la absorción de la toxina: existen casos aislados en los que se sabe que una persona acaba de tomar un alimento contaminado por la toxina botulínica. En estos casos se puede inducir el vómito a la persona afectada, y también administrarle laxantes para, de esta manera, limpiar su tubo digestivo y que la toxina no se absorba.
• Neutralizar la toxina existente: la toxina que ya haya pasado a la sangre debe inutilizarse mediante la inyección de inmunoglobulina antitoxina.
• Controlar los síntomas: para impedir la debilidad muscular se pueden utilizar fármacos que faciliten la acción de la acetilcolina, como los que se utilizan en la miastenia gravis. Otros síntomas como la sequedad de boca o de ojos, los vómitos o el dolor abdominal, se pueden tratar sintomáticamente con hidratación, antieméticos y analgésicos.
• Ingreso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos): cualquier persona intoxicada por botulismo está en peligro de muerte. Es posible que la debilidad alcance los músculos respiratorios y suceda una parada cardiorrespiratoria. Por eso, en determinados casos, es necesario un control exhaustivo del paciente en la UCI, donde los médicos podrán actuar con la tecnología necesaria en pocos segundos.
• Rehabilitación: una vez superada la enfermedad es normal que la debilidad muscular persista durante un tiempo, e incluso haya dejado secuelas en el movimiento y en el control de la mirada. Para recuperar las condiciones físicas previas se debe realizar un plan de rehabilitación intensiva que incluya ejercicios musculares.

Prevención

Recomendaciones para prevenir la infección por botulismo:

• Si una lata está abollada sin haber recibido golpes, está hinchada, o rezuma espuma, debe tirarse a la basura sin ser consumida.
• Se debe evitar comer alimentos con mal aspecto o mal olor. Sin embargo, la bacteria responsable del botulismo puede estar presente en alimentos que a simple vista parecen estar en buenas condiciones.
• Cuando se utilizan hortalizas y verduras frescas para cocinar deben perlarse pocos minutos antes. En caso de que se vaya a tardar un tiempo en cocinarlas y estén peladas, se deben guardar en la nevera.
• Las conservas en aceite o los ahumados caseros deben realizarse bajo medidas básicas de higiene. Utilizar ajo, pimentón, u otras hierbas aromáticas, puede facilitar la conserva de los alimentos en buenas condiciones durante bastante tiempo.
• Evita dar miel natural a los bebés.