Intertrigo Candidiásico
El intertrigo es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de una lesión con presencia de una o varias vesículas que si se rompen dejan al descubierto un fondo rojo que no sangra. El borde de la lesión suele mostrar áreas pequeñas de piel desprendida que corresponden a vesículas rotas.
Como todas las enfermedades provocadas por levaduras, el intertrigo candidiásico se caracteriza por ser muy molesto debido a que, en la mayoría de los casos, se sufre en pliegues como la zona inguinal, las zonas interdigitales de los dedos, axilas etc.; haciendo que nuestros movimientos lleguen a ser molestos y dolorosos. Además también se sufren otros síntomas típicos de dolencias ocasionadas por hongos, como pueden ser el prurito (picor intenso) y el ardor o quemazón de la zona o zonas afectadas. Para combatir a los mismos será importante combinar el uso tópico de aceites o cremas antimicóticas con el consumo de antifúngicos.
¿Qué es?
El intertrigo candidiásico es un sarpullido que puede afectar a cualquier pliegue del cuerpo donde una parte de la piel se roza con otra o donde a menudo hay humedad. Se puede sufrir a cualquier edad aunque, en los adultos, es más frecuente en las mujeres. Es muy común en personas obesas cuyos pliegues tienen mayor superficie de contacto apareciendo, además, otros pliegues que no poseen personas más delgadas como puede ser el suprapúbico. También puede afectar personas con diabetes, lactantes y personas con aparatos ortopédicos o prótesis ortopédicas.
Características
El intertrigo candidiásico se caracteriza por la aparición de una lesión con presencia de una o varias vesículas superficiales que se rompen y dejan al descubierto un fondo erosionado que no sangra. Cuando se abre el pliegue, se observa un fondo más o menos extendido de color rojo brillante y húmedo. En el fondo se encuentra una grieta que puede estar cubierta por una sustancia espesa de color blanquecino de piel macerada. El borde de la lesión suele ser nítido pero muchas veces muestra, por fuera del mismo, áreas pequeñas de piel desprendida que corresponden a vesículas rotas.
Causas
El problema suele estar causado principalmente por el exceso de grasa en las áreas del cuerpo donde los pliegues de la piel tienden a frotarse o presionarse uno contra el otro. La fricción constante entre dos pliegues de la piel provoca que se irriten ambas superficies. Esto promueve la descomposición de la piel así como otros problemas como la inflamación y la formación de erupciones.
Aparte de la humedad, la enfermedad también puede estar causada por agentes patógenos como hongos, levaduras o bacterias en los pliegues de la piel. Suele ser más común en condiciones climáticas cálidas y húmedas ya que, el calor, provoca más sudor. Este suele quedar atrapado y retenido en algunos pliegues dando lugar al intertrigo.
Síntomas
Los síntomas más comunes del intertrigo candidiásico pueden ser:
- Vesículas de color marron rojizo.
- Prurito más o menos acentuado.
- Sensación de ardor o quemazón.
- En algunos casos la zona afectada rezuma líquido.
- Si se raspa la lesión se recoge una especie de viruta húmeda y pastosa.
Tipos de Intertrigos
Los intertrigo candidiásico se pueden agrupar en los siguientes tipos:
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Intertrigo de los grandes pliegues:
Puede afectar a:- Axilas.
- Interglúteo.
- Zona inguinal.
- Pliegue submamario.
- Pliegue suprapúbico.
-
Intertrigo de los pequeños pliegues:
Puede afectar a los espacios interdigitales de manos y pies, pliegues retroauriculares, etc.
Estas lesiones se caracterizan por extenderse en forma de arco gótico entre las dos caras laterales de los dedos que están en contacto y cuyos bordes están rodeados por colgajos de piel macerada, húmeda y blanquecina. En los pies pueden ser atacados todos los espacios entre los dedos siendo más frecuente en el 4º espacio.
Tratamiento
Mantener la zona afectada limpia, seca, expuesta al aire y evitar el roce Para casos leves será suficiente con mantener una buena higiene de la zona afectada dejando la misma bien seca y, siempre que sea posible, expuesta al aire. También será de especial importancia evitar el roce de la piel en la medida de lo posible además de usar ropa que sea suelta y absorbente, evitando tejidos como el nailon así como otras fibras sintéticas que tienden a adherirse a la piel creando más humedad.
Algunos tratamientos clínicos por vía tópica consisten en la aplicación de cremas con corticosteroides o, en casos más graves, el uso de cremas antimicóticas con clotrimazol o miconazol. En algunos casos se pueden llegar a prescribir antimicóticos por vía oral como el fluconazol o itraconazol, aunque se debe tener en cuenta que los mismos son muy agresivos con la flora intestinal.
Existen algunos tratamientos o remedios naturales de uso tópico que consisten en la aplicación de diversos aceites como: aceite de orégano, aceite del árbol de té, aceite de caléndula, aceite de ajo o vinagre. Se debe tener en cuenta que, probablemente, al aplicar cualquiera de ellos sobre la zona afectada provocarán escozor y/o ardor además de que este tipo de tratamientos suelen ser largos. También se puede reforzar este tratamiento consumiendo antifúngicos naturales como el ajo, la canela, el clavo de olor, el jengibre, etc. además de limitar el consumo de azúcares y otros edulcorantes.
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