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Resonancia Magnética

La resonancia magnética consiste en la obtención de imágenes radiológicas de la zona anatómica que se desea estudiar, para ello se emplea un campo electromagnético (imán), un emisor/receptor de ondas de radio (escáner) y un ordenador.

La resonancia magnética nuclear (RMN) es un estudio que se realiza para la obtención de imágenes de estructuras internas mediante la utilización de un potente campo magnético y ondas de radio. La resonancia es una prueba segura que en la mayoría de ocasiones necesita el uso de un contraste (gadolinio) que permite obtener imágenes más nítidas del órgano o estructura a estudiar.

¿Qué es?

Permite obtener imágenes detalladas de estructuras internas La resonancia magnética nuclear (RMN) se utiliza para obtener imágenes detalladas de estructuras interiores del cuerpo mediante el uso de un potente campo magnético que se basa en el procesamiento de ondas de radio. Este sistema no utiliza radiaciones ionizantes (rayos X) como es el caso del TAC o de las radiografías simples.

Para la realización de una resonancia magnética el paciente debe meterse en una máquina cilíndrica de gran tamaño debiendo permanecer en su interior durante un periodo de tiempo que oscila entre los 30 y los 60 minutos. Para aquellas personas que sufran claustrofobia existen máquinas abiertas pero, éstas, sólo suelen estar disponibles en determinados centros además las imágenes obtenidas son de peor calidad.

Preparación para una resonancia

Consideraciones a tener en cuenta antes de realizar una resonancia:

• Duración: esta prueba se realizan entre 30 y 60 minutos, en algunos casos puede prolongarse un poco más.
• Ingreso: la prueba se puede hacer de forma ambulatoria.
• ¿Es necesario ir acompañado?: no es necesario ir acompañado.
• Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento previo.
• Comida: depende de la zona a estudiar pero en muchos casos suele recomendarse no comer ni beber durante varias horas antes de realizar la prueba.
• Ropa: puede llevar la ropa que desee, pero conviene que sea fácil de quitar. No conviene llevar objetos metálicos (pendientes, pulseras, etcétera), pues le solicitarán que los retire durante la prueba.
• Documentos: debe llevar el consentimiento informado, que es un papel donde le explican en qué consiste la prueba y sus posibles riesgos. Debe leerlo atentamente y llevarlo firmado.
• Embarazo o lactancia: no se conocen los riesgos que puede tener la prueba sobre el feto. Por ello, en general no se recomienda realizar la prueba durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre.

Otras consideraciones importantes:

• No conviene hacer ejercicio inmediatamente antes de la prueba además se recomienda estar lo más relajado posible, pues cualquier movimiento puede alterar el resultado.
• Además de todos los objetos metálicos también hay que retirar cualquier parche que pueda tener sobre la piel, pues en el caso de que lleven algo de contenido metálico pueden dar lugar a quemaduras.

¿Cuándo se realiza una resonancia?

La resonancia magnética nuclear se suele realizar en los siguientes casos:

• Es adecuada para ver tumores, abscesos, aneurismas, sangrado, infartos o lesiones nerviosas en la cabeza. También puede ser de gran ayuda para estudiar patologías en los ojos y en el oído o enfermedades degenerativas cerebrales.
• En la zona del tórax se utiliza para estudiar la anatomía cardiaca o la patología de las arterias coronarias. También se utiliza para estudiar el cáncer de mama o en caso de tumores del pulmón.
• En la zona abdominal y pélvica permite estudiar con mucho detalle órganos como el páncreas, los riñones o el hígado, el útero y los ovarios en mujeres, o la próstata en varones con el fin de encontrar tumores, infecciones, malformaciones, etcétera.
• La resonancia magnética nuclear permite ver los vasos sanguíneos de forma muy claro ayudando a detectar trombos, infartos, aneurismas, malformaciones o sangrado.
• La resonancia magnética nuclear permite diagnosticar numerosos problemas en huesos y articulaciones tales como artritis, fracturas, problemas en ligamentos, tendones o cartílagos. Además, también permite ver tumores o infecciones.

Es necesario administrar un líquido llamado contraste que resalta los órganos En muchas ocasiones, para realizar este estudio es necesario administrar un líquido llamado contraste, éste líquido permite resaltar los órganos estudiados y facilita la interpretación de las imágenes. El contraste más utilizado se llama gadolinio y, al contrario que el contraste usado para hacer un TAC, no está compuesto por yodo, por lo que es poco probable que cause efectos secundarios o alergia. Este medio de contraste se administra por vía intravenosa.

Posibles complicaciones del estudio

La resonancia magnética nuclear es una prueba muy segura y el campo magnético que se aplica no tiene ningún efecto perjudicial sobre el organismo. En algunos casos se puede sentir algo de frío o calor con la introducción del contraste (gadolinio), que puede presentar reacciones alérgicas en muy raras ocasiones. Sin embargo, el gadolinio puede ser dañino para pacientes con problemas renales que estén con diálisis.

Los fuertes campos magnéticos que se crean durante una resonancia magnética pueden provocar problemas en el funcionamiento de los marcapasos cardíacos y otros implantes. Los imanes también pueden provocar que una pieza de metal dentro del cuerpo se desplace o cambie de posición.

Contraindicaciones de la resonancia

No se debe someter a una resonancia magnética nuclear en los siguientes casos:

• En caso de tener alergia a medios de contraste de la RMN como el gadolinio, la prueba, se puede realizar la prueba sin contraste.
• La presencia de material metálico en el cuerpo, como placas, tornillos, válvulas cardiacas, marcapasos, metralla, etcétera. pueden ser peligrosos, por ello, debe avisar a la persona encargada de realizar la prueba para que valore su situación.
• El uso de dispositivos intrauterinos (DIU), ya que pueden tener sustancias metálicas como el cobre.
• Pacientes que sufran de claustrofobia y no toleren estar dentro del aparato durante la prueba.
• Pacientes que no puedan permanecer quietos durante la prueba.
• Pacientes muy obesos que no puedan meterse en el aparato.
• Pacientes con insuficiencia renal o hepática grave, o con algunas enfermedades como la anemia de células falciformes, el contraste puede empeorar el cuadro por lo que, en estos casos, se puede realizar la prueba sin contraste.
• En algunos casos de cirugía reciente sobre algún vaso sanguíneo.