Gasometría Arterial
La gasometría arterial es una prueba diagnóstica que, mediante una muestra de sangre arterial, permite determinar el pH, las presiones arteriales de oxígeno y de dióxido de carbono además también permite determinar la concentración de bicarbonato.
La gasometría es una prueba diagnóstica que se utiliza para conocer la cantidad de gases que hay disueltos en la sangre. Por lo tanto, será necesario obtener una muestra de sangre arterial, ya que es la única en la que se puede analizar la presión parcial de oxígeno y la saturación de oxígeno, ambas necesarias para diagnosticar insuficiencia respiratoria. Como la muestra de sangre se extrae de una arteria el pinchazo puede ser más doloroso que cuando se extrae sangre para una prueba rutinaria además, para obtener la muestra de sangre, se requiere personal sanitario con experiencia.
¿Qué es?
La gasometría es una prueba diagnóstica que se utiliza para conocer la cantidad de gases que hay disueltos en la sangre. Para ello se recoge una pequeña cantidad de sangre venosa o arterial que se analizará en el laboratorio. Según la fuente de recogida la gasometría puede clasificarse como:
- Gasometría venosa: se toma una muestra de sangre de una vena cualquiera, igual que cuando se hace un análisis de sangre de rutina. Con dicha muestra de sangre el análisis de gases no es muy útil porque la sangre que corre por las venas siempre será pobre en oxígeno y rica en dióxido de carbono, pero es útil para conocer el pH sanguíneo y los niveles de bicarbonato.
- Gasometría arterial: se toma una muestra de sangre de una arteria, normalmente la arteria radial de la muñeca. Es algo dolorosa, pero es la única sangre que nos permite conocer cuál es la cantidad de oxígeno que pasa a la sangre desde los pulmones. Es la prueba que más se utiliza y la única que permite el diagnóstico de insuficiencia respiratoria.
¿Cuándo se realiza una gammagrafía?
La gasometría es una prueba que se utiliza muy frecuentemente para detectar alteraciones que comprometan el nivel de gases y el metabolismo corporal. Por lo tanto, suele utilizarse en las siguientes situaciones:
- Insuficiencia respiratoria: existen síntomas que pueden hacer sospechar cuando una persona presenta una insuficiencia respiratoria pero sólo se puede diagnosticar mediante una gasometría de sangre arterial. Las situaciones de insuficiencia respiratoria pueden ser diversas, algunas de ellas serían el asma, la EPOC, la fibrosis pulmonar, el edema agudo de pulmón, etcétera.
- Hiperventilación: en aquellas situaciones en las que una persona respira muy deprisa y agitadamente expulsará más dióxido de carbono del que debería. Esto produce alteraciones metabólicas del calcio (tetania) y del pH sanguíneo (alcalosis).
- Situaciones de acidosis: la gasometría venosa o arterial permite conocer los niveles de pH sanguíneo. Existen situaciones en las que los niveles de ácido en sangre son demasiado elevados. Algunos de los más importantes son la cetoacidosis diabética (no se puede utilizar la glucosa y se producen cuerpos cetónicos) y la sepsis (no se utiliza el oxígeno y se produce ácido láctico).
- Alteraciones del metabolismo renal: el funcionamiento de los pulmones está ligado al de los riñones. Cuando se altera una gasometría puede significar la alteración de uno de los dos sistemas. El bicarbonato que se reabsorbe en los túbulos renales puede ayudar a orientarnos en un sentido u otro.
Preparación para la prueba
Antes de realizar esta prueba es importante tener en cuenta:
- Duración: como la recogida de la muestra de sangre consiste en un pequeño pinchazo para extraer un tubo pequeño de sangre la duración de la prueba es muy corta.
- Ingreso: no requiere ingreso, pero necesita de un ambiente hospitalario que cuente con las condiciones adecuadas de asepsia y, también, para poder llevar la muestra al laboratorio en menos de media hora. De todas maneras, se suele realizar en situaciones de urgencia o enfermos ingresados con problemas neumológicos.
- ¿Es necesario ir acompañado?: como la gasometría es una prueba sin efectos secundarios no es necesario ir acompañado.
- Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento previo pero es muy importante avisar al médico en caso de que se esté realizando algún tratamiento con medicamentos. Algunos medicamentos pueden alterar las características normales de la gasometría, como es el caso de los diuréticos.
- Comida: no es necesario guardar ayuno ya que los resultados de esta prueba no se ven alterados por haber comido en las horas previas.
- Ropa: no es preciso un vestuario especial, tan solo llevar mangas que permitan descubrir el brazo para la extracción de sangre.
- Documentos: es recomendable llevar la tarjeta sanitaria, pero en el momento de realizar la gasometría no suelen pedir ninguna identificación.
- Contraindicaciones: no existen contraindicaciones.
- Embarazo y lactancia: se puede realizar la prueba sin ningún problema pero es mejor que el médico sepa que existe un embarazo ya que los resultados de la gasometría pueden ser ligeramente diferentes.
¿Cómo se realiza una gammagrafía?
Para realizar esta prueba se toma una muestra de sangre de una arteria, por lo general de la arteria radial (situada en la muñeca) o de la arteria braquial (que está en el interior del brazo al nivel del codo).
Primero se limpiará la superficie de la piel con una sustancia antiséptica para eliminar posibles gérmenes. Después, el personal sanitario, palpará el pulso de la arteria que quiere puncionar y cuando la tenga localizada puncionará con una aguja estéril. Se trata de una técnica difícil de realizar por lo que requiere mucha práctica. La sangre de la arteria es de color rojo brillante además suele salir disparada porque la arteria tiene una presión sanguínea elevada. El pinchazo, generalmente, es más doloroso que cuando se extrae sangre venosa para una prueba de rutina. De todos modos, solo dura unos segundos por lo que no debería ser excesivamente molesto.
Una vez recogida la muestra de sangre se colocará un algodón en el punto de punción, será necesario presionar dicho algodón durante 10 o 15 minutos para cortar el sangrado y evitar que se forme un hematoma. La muestra se enviará rápidamente al laboratorio para ser analizada con un aparato especial para realizar gasometrías.
Posibles complicaciones
La gasometría es una prueba con poco riesgo por lo que raramente aparecen complicaciones y las pocas que pueden aparecer no son graves. Algunas de ellas son:
- Gasometría sin éxito: sucede con bastante frecuencia que no se consiga extraer sangre de la arteria en el primer intento, incluso en sanitarios con experiencia. Cuando esto sucede será necesario repetirla, lo que produce otro pinchazo doloroso al paciente, aunque no aumentan los otros riesgos.
- Infección local: siempre que se atraviesa la piel existe el riesgo de producir una infección. Si las medidas de antisepsia se extreman al realizar la gasometría es muy raro que aparezca infección.
- Hematoma: es habitual que se derrame un poco de sangre desde la arteria puncionada hacia los tejidos de alrededor. Para evitarlo se debe comprimir la arteria durante unos minutos después de la extracción.
- Hemorragia: es extremadamente raro, ya que la aguja con la que se punciona la arteria es muy fina y el sangrado suele autolimitarse a los pocos minutos.
Resultados de la prueba
En la gasometría se analizan en laboratorio una serie de valores de diferentes componentes de la sangre. Dichos valores son:
- Presión parcial de oxígeno (pO2): se analiza la cantidad de oxígeno que hay disuelto en la sangre. Los resultados normales varían entre 75 mmHg y 100 mmHg. Se considera que una persona presenta insuficiencia respiratoria cuando la pO2 es menor de 60 mmHg. Sólo se puede analizar en sangre arterial.
- Presión parcial de dióxido de carbono (pCO2): consiste en analizar la cantidad de dióxido de carbono disuelto que hay en la sangre. Los resultados normales varían entre 35 mmHg y 45 mmHg. Si el nivel es bajo puede indicar alcalosis respiratoria mientras que si el nivel es alto puede indicar acidosis respiratoria. Sólo se puede analizar en sangre arterial.
- pH sanguíneo: consiste en analizar la cantidad de protones (H+) que hay disueltos en la sangre, y que aportan acidez al plasma. Los valores normales varían entre 7,35 y 7,45. Si el pH es más bajo la persona presenta acidosis o academia mientras que si es más alto presentará alcalosis o alcalemia. Se puede analizar en sangre arterial y venosa.
- Saturación de oxígeno (SatO2): aunque la pO2 es el método que se ha instaurado para diagnosticar la insuficiencia respiratoria, a veces no es el más exacto. Hay que tener en cuenta que el oxígeno en la sangre está en parte disuelto y en parte unido a la hemoglobina. La pO2 sólo analiza el disuelto, y para averiguar el unido a la hemoglobina hay que estudiar la saturación de oxígeno. Se analiza mediante estudios de luz polarizada en la muestra de sangre. Los valores normales suelen estar entre el 95-100%, aunque a veces por encima del 90% puede ser normal. Se puede estudiar sólo en sangre arterial.
- Bicarbonato (HCO3): la cantidad de bicarbonato en la sangre depende de la reabsorción que se produzca en los riñones. Se encarga de neutralizar el ácido de la sangre, así que estará aumentado cuando exista una situación de acidosis mantenida en el tiempo, y disminuido cuando haya una alcalosis duradera. Los valores normales varían entre 22-28 mEq. Se puede analizar en sangre arterial y venosa.
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