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Gammagrafía

La gammagrafía es una prueba diagnóstica que, a través de imágenes, permite estudiar casi cualquier órgano del cuerpo humano permitiendo detectar tumores u otras enfermedades.

La gammagrafía es una prueba diagnóstica que permite obtener imágenes de los huesos y los órganos del ser humano. Para realizar esta prueba es necesario utilizar un radiofármaco que, generalmente, se suministra por vía intravenosa. Como para esta prueba se va a estar expuesto a radiación sólo se realiza cuando los riesgos son mínimos y los beneficios altos. Es muy raro que se produzcan complicaciones derivadas de esta prueba pero después de su realización se recomienda beber mucha agua para favorecer la eliminación del radiofármaco.

¿Qué es?

La gammagrafía es una prueba diagnóstica muy parece a la radiografía, tomografía computarizada y resonancia magnética. Se utiliza para diagnosticar ciertas enfermedades como patologías del aparato endocrinológico, óseo, respiratorio y renal aunque puede utilizarse casi en cualquier órgano del cuerpo humano.

¿Cuándo se realiza una gammagrafía?

La gammagrafía se puede dividir según el órgano que se vaya a estudiar, por lo que podemos definir los siguientes usos de esta prueba diagnóstica:

Gammagrafía ósea:

• Detectar tumores del hueso o metástasis de tumores de otros órganos del cuerpo.
• Identificar focos de infección (osteomielitis, espondilodiscitis, etcétera).
• Estudio de dolor óseo por causas desconocidas.
• Valorar enfermedades del metabolismo óseo: osteoporosis, osteomalacia, enfermedad de Paget, hiperparatiroidismo, osteonecrosis…
• Identificar fracturas de hueso cuando las radiografías habituales son dudosas y no son suficientes para diagnosticarlas

Gammagrafía renal:

• Estudio global de los riñones cuando no se puede realizar TAC con contraste radiológico por alergia o deterioro renal grave.
• Detectar signos de rechazo en trasplantados renales.
• Identificar posible daño renal y cicatrices en niños pequeños que tienen reflujo vesicoureteral (RVU), que predispone a infecciones de repetición.

Gammagrafía endocrina:

• Estudio de tiroides: es uno de los usos más frecuentes de la gammagrafía.
  • Detectar nódulos tiroideos y orientar si son benignos o malignos.
  • Estudiar el funcionamiento global de la glándula tiroides, si está hiperactivada o poco funcionante.
  • Comprobar la existencia de bocio y cuál es su actividad.
• Estudio de glándulas suprarrenales:
  • Estudio completo de las glándulas suprarrenales cuando la TAC no ha sido suficiente.
  • Identificar un feocromocitoma, un tumor productor de productos derivados de la adrenalina.
  • Identificar un neuroblastoma, un tumor que aparece en niños pequeños de forma congénita.

Gammagrafía de ventilación/perfusión:

• Valoración del tromboembolismo pulmonar, para comprobar zonas de los pulmones que les falta el riego sanguíneo a pesar de que les llegue correctamente aire a través de los bronquios.
• Estudiar la perfusión aisladamente de regiones concretas del organismo, para identificar isquemia o infección.

Gammagrafía digestiva:

• Detección del divertículo de Meckel, una malformación del tubo digestivo que puede producir úlceras en la pared del intestino delgado muy lejanas del estómago.
• Estudio de sangrados digestivos.
• Valoración del funcionamiento hepático y los conductos biliares asociados para el diagnóstico de malformaciones congénitas.
• Identificar tumores intestinales poco frecuentes.

Gammagrafía cardíaca:

• Identificar episodios de isquemia muy precoces con el ejercicio.

Gammagrafía neurológica:

• Investigación de vías nerviosas de neurotransmisores en el cerebro.

Preparación para la prueba

Antes de realizar esta prueba es importante tener en cuenta:

• Duración: para realizar esta prueba suelen ser necesarias de dos a tres horas, desde la administración del radiofármaco hasta que se pueda abandonar el hospital.
• Ingreso: la prueba se puede hacer de forma ambulatoria por lo que no es necesario el ingreso.
• ¿Es necesario ir acompañado?: como la gammagrafía es una prueba indolora sin efectos secundarios no es necesario acudir acompañado.
• Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento previo. Se debe comunicar al médico todas las medicinas que se estén consumiendo antes de realizar esta prueba para que valore si hay que modificar alguna o no.
• Comida: en la mayoría de las ocasiones se recomienda ir en ayunas a la gammagrafía pero será el médico el que indique si es necesario ir en ayunas o no.
• Ropa: es mejor acudir con ropa cómoda ya que en el hospital habrá que desnudarse para ponerse una bata.
• Documentos: antes de la prueba se debe leer y firmar un consentimiento informado donde se explicará por qué es necesario realizar la gammagrafía y los posibles riesgos que conlleva.
• Contraindicaciones: el embarazo, la lactancia y la alergia al radiofármaco son contraindicaciones absolutas. Otras contraindicaciones más relativas según cada caso concreto son la insuficiencia renal o hepática y haberse sometido a otra gammagrafía durante los dos meses previos a la prueba.
• Embarazo y lactancia: la gammagrafía es una prueba completamente prohibida durante el embarazo y la lactancia, ya que supone una exposición a radioactividad. Si existe la mínima sospecha de embarazo se debe comunicar al médico.

¿Cómo se realiza una gammagrafía?

En primer lugar se administrará un radiofármaco por vía intravenosa, que puede provocar una sensación de calor o frío dependiendo de la molécula suministrada. El radiofármaco varía según el órgano y la patología que se vaya a estudiar. A veces el radiofármaco se puede administrar por vía oral o de forma inhalada.

Se debe esperar una hora para que el radiofármaco comience a hacer efecto y permita rastrear con la cámara la zona a estudiar, aunque a veces la prueba se comienza pocos minutos después de administrar el radiofármaco. En algunas ocasiones es necesario ponerse una bata, que facilitan en el hospital, y lo en otras ocasiones se puede pasar con la ropa de calle.

Para realizar esta prueba será necesario tumbarse en una camilla o sentarse en un sillón al lado de una máquina que cuenta con un brazo móvil. Dependiendo de la zona a estudiar puede ser necesario tumbarse en una posición determinada, por ejemplo para estudiar el tiroides es necesario tumbarse boca arriba mientras que para los riñones será necesario estar sentado o tumbado con la zona lumbar hacia arriba y al descubierto.

El técnico sanitario encargado de realizar la prueba comenzará a medir la radiación que emite el radiofármaco cuando éste se haya unido a las células y proteínas. En algunas ocasiones se realiza una imagen fija y en otras ocasiones un vídeo que muestra la distribución del radiofármaco a través de la circulación sanguínea o moviéndose por el órgano a estudiar.

Durante la gammagrafía no se siente nada y unos minutos después de terminar la prueba ya será posible levantarse de la camilla. En algunas ocasiones puede ser necesario esperar algunos minutos para comprobar que no se producen mareos ni reacciones adversas a la administración del radiofármaco.

Posibles complicaciones

Las complicaciones de la gammagrafía están relacionadas con la sustancia que permite visualizar los órganos, es decir, con el radiofármaco. Las posibles reacciones alérgicas a dicha sustancia pueden ser leves mientras que el shock anafiláctico es muy poco frecuente.

Como la gammagrafía utiliza radiación existe un aumento en el riesgo de desarrollar tumores a largo plazo. Por ello esta prueba solo se realiza cuando el riesgo es mínimo y los beneficios son mayores.

Para acelerar el proceso de eliminación del radiofármaco después de haber realizado la prueba, se recomienda beber agua en abundancia. También, se aconseja evitar el contacto con niños y mujeres en periodo de gestación durante las 6 horas posteriores a la prueba.