Punción lumbar
La punción lumbar es una prueba que consiste en la extracción de líquido cefalorraquídeo mediante la inserción de una aguja en la parte baja de la espalda con el fin de analizar la muestra para diagnosticar enfermedades.
La punción lumbar es una prueba diagnóstica que consiste en extraer líquido cefalorraquídeo mediante una inserción con una aguja en la parte baja de la espalda. Después de su extracción, el líquido cefalorraquídeo se analiza en el laboratorio para diagnosticar determinadas enfermedades. Para realizar dicha extracción es necesario tumbarse de costado con las rodillas en el pecho o sentarse e inclinarse hacia delante para que el médico pueda realizar la inserción de la aguja entre las vértebras. Después de efectuar esta prueba se recomienda reposar y no realizar ningún esfuerzo físico hasta el día siguiente.
¿Qué es?
Una punción lumbar o punción espinal es una prueba diagnóstica que consiste en realizar una inserción de una aguja en la parte baja de la espalda con el fin de obtener líquido cefalorraquídeo (también llamado líquido espinal o cerebroespinal) para llevar a cabo un análisis bioquímico, microbiológico y citológico pero que, en ocasiones, sirve para instilar fármacos antineoplásicos o para disminuir la presión dentro del sistema nervioso central. En algunas ocasiones, también se utiliza para la administración de radionucléidos para la realización de una cisternografía con el fin de efectuar un diagnóstico oncológico.
Cuándo se realiza una punción lumbar
Una punción lumbar se realiza cuando aparece alguna de las siguientes alteraciones:
- Meningitis: se trata de una inflamación que afecta a las meninges, que son las membranas que envuelven al sistema nervioso central. En muchos casos, la causa de esta inflamación es infecciosa (por bacterias o virus).
- Encefalitis: en este caso la inflamación se concentra en el cerebro. En caso de que esté asociada a una meningitis se llama meningoencefalitis.
- Hemorragia subaracnoidea: el espacio subaracnoideo es el espacio donde está el líquido cefalorraquídeo (LCR). En caso de que se rompa algún vaso sanguíneo se puede volcar sangre a esta zona y en una punción lumbar se puede ver el LCR teñido de rojo.
- Síndrome de Reye: la causa de esta enfermedad es desconocida, sólo se sabe que puede afectar a niños pequeños con una infección vírica cualquiera (una gripe, por ejemplo) que suele tratarse con aspirina. Las alteraciones del LCR pueden ser clave para un diagnóstico rápido.
- Mielitis: es la inflamación de la médula espinal.
- Sospecha de neurosífilis: cuando una persona infectada por sífilis no responde correctamente al tratamiento o presenta síntomas neurológicos se debe realizar una punción lumbar para descartar presencia de la bacteria a nivel cerebral.
- Esclerosis múltiple: los principales síntomas que alertan de la posibilidad de padecer esta enfermedad son determinados síntomas neurológicos pero el líquido cefalorraquídeo puede ayudar a realizar un diagnóstico definitivo.
- Tratamiento de hidrocefalia: el término hidrocefalia hace referencia al acúmulo de LCR que presiona al cerebro. En determinados casos, se puede utilizar la punción lumbar para aliviar la presión interna del líquido cefalorraquídeo pero nunca se utilizará como tratamiento crónico.
Preparación para la prueba
Antes de realizar esta prueba es importante tener en cuenta:
- Duración: la duración de la prueba es de 15 a 20 minutos. En principio, para la toma del líquido cefalorraquídeo (LCR) sólo se necesita un minuto, el resto del tiempo se utiliza para la preparación del material y la zona a puncionar.
- Ingreso: no es necesario el ingreso hospitalario ya que la punción lumbar se puede realizar en una consulta o en una sala de curas.
- ¿Es necesario ir acompañado?: sí, es recomendable ya que, después de la prueba, se puede sentir dolor o estar algo mareado. Además, es necesario estar tumbado durante una hora después de la realización de la prueba y no se puede hacer actividad física durante todo el día.
- Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento previo pero se debe comunicar al médico todas las medicinas que se toman habitualmente para que decida si hay que evitar algún fármaco, especialmente anticoagulantes o antiinflamatorios.
- Comida: en principio, no es necesario permanecer en ayunas ni antes ni después de la punción lumbar. De todas formas, se recomienda tomar una comida ligera y evitar el café, el alcohol y otras sustancias excitantes durante el día que se realiza la prueba e, incluso, también durante el día previo.
- Ropa: se recomienda llevar ropa cómoda ya que habrá que cambiarse para realizar la prueba pero se puede ir con la ropa habitual de cada día.
- Documentos: es esencial presentar el volante en el que se indica la realización de la punción lumbar además, también se recomienda llevar la tarjeta sanitaria.
- Contraindicaciones: no se puede realizar la punción lumbar en caso de padecer alteraciones graves de la coagulación de la sangre o niveles muy bajos de plaquetas. Tampoco se podrá realizar la prueba en personas con bajo nivel de consciencia, afectación neurológica clara, sospecha de compresión cerebral, etcétera. En muchos casos es necesario realizar una tomografía computarizada previa para asegurarse de que no existen complicaciones del sistema nervioso central.
- Embarazo y lactancia: la punción lumbar no está contraindicada durante el embarazo o la lactancia, pero es importante que el médico conozca que se encuentra en ese estado ya que, durante dichas etapas, algunas constantes biológicas que se estudian y la anatomía de la columna vertebral estarán alteradas.
Cómo se realiza una punción lumbar
En un principio hay que quitarse la ropa y ponerse una bata que facilitan en el hospital. Después, será necesario recostarse de costado, con las rodillas cerca del pecho o sentarse e inclinarse hacia delante sobre una superficie estable. Dichas posiciones flexionan la espalda, amplían los espacios entre las vértebras y facilitan al médico la inserción de la aguja. A continuación, lavarán la espalda con un jabón antiséptico y yodo y la cubrirán con una sábana estéril.
Descripción del procedimiento:
- Inyectarán un anestésico local en la zona lumbar para insensibilizar el sitio de punción antes de insertar la aguja. El anestésico local producirá un dolor agudo y pasajero durante la inyección.
- Entre las dos vértebras inferiores (región lumbar) se inserta una aguja delgada y hueca que atraviesa la membrana medular (duramadre) e ingresa en el conducto vertebral. Es posible que se sienta una presión en la espalda durante esta parte del procedimiento.
- Una vez que la aguja esté en su lugar, puede que sea necesario cambiar ligeramente de posición.
- Se mide la presión del líquido cefalorraquídeo, se extrae una pequeña cantidad del líquido y se vuelve a medir la presión. Si es necesario, se inserta algún medicamento o sustancia.
- Se retira la aguja y se cubre el sitio de punción con un vendaje.
Después del procedimiento
Principales recomendaciones que es necesario realizar después de la punción lumbar:
- Descansar y reposar: No se recomienda participar en actividades agotadoras el día del procedimiento. Se puede volver al puesto de trabajo siempre que no se deba realizar actividad física. En el caso de que exista alguna duda sobre las actividades que se pueden realizar después de este procedimiento puede consultar con el médico.
- Tomar un medicamento para el dolor: Un analgésico de venta sin receta que contenga paracetamol puede ayudar a reducir el dolor de cabeza y de espalda.
Complicaciones de la punción lumbar
Algunas de las complicaciones que pueden aparecer durante o después de la punción lumbar son:
- Cefalea secundaria a la pérdida de líquido cefalorraquídeo (LCR) que, en el caso de que no se alivie con analgésicos convencionales, será necesario acudir a urgencias.
- Salida de LCR por el punto de punción.
- Sangrado del punto de la punción (también puede aparecer un hematoma local).
- Infección local con fiebre e inflamación que requiere tratamiento antibiótico.
- Dolor incontrolable en el lugar de la punción a pesar de la analgesia.
- Reacción a la anestesia durante la realización de la prueba.
- Daño de la médula espinal (muy improbable).
Resultados de la punción lumbar
Sobre la muestra recogida se realizarán los siguientes análisis:
- Presión de salida: los valores normales son de 70 a 180 mm H20. Una elevación de la presión puede deberse a ocupación de espacio, aumento de sangre, líquido cefalorraquídeo (LCR) o tumor.
- Aspecto: debe ser transparente, como el agua. Si es turbio puede indicar infección.
- Proteínas: los valores normales son de 15 a 60 mg por cada 100 ml. En el transcurso de una infección las proteínas totales aumentan.
- Gamma globulina: es un tipo especial de proteína que es útil para el estudio de enfermedades como la esclerosis múltiple. Sus valores normales son del 3% al 12% de las proteínas totales.
- Glucosa: sus valores suelen estar alrededor de 80 mg por cada 100 ml. Es necesario compararlo con los niveles de glucemia en sangre. En situaciones de infección estará disminuida, ya que los gérmenes se alimentan de ella.
- Células: lo habitual es encontrarse pocos glóbulos blancos (de 0 a 5 por campo) y ningún glóbulo rojo. Si hay glóbulos blancos hay que descartar inflamación, y si hay glóbulos rojos hay que descartar que se deba a la propia herida de la punción o a una hemorragia subaracnoidea.
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