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Ecografía

Una ecografía es una prueba diagnóstica que mediante el empleo de ultrasonidos crea imágenes bidimensionales o tridimensionales que permiten observar determinados órganos internos

La ecografía es una prueba diagnóstica que utiliza ultrasonidos para la obtención de imágenes de tejidos y órganos internos. Dichos ultrasonidos se emiten desde un transpondedor y se reflejan en los órganos y tejidos siendo captados por el mismo transpondedor que gracias a un ordenador permite interpretar dichos reflejos como imágenes en una pantalla. A diferencia de otras pruebas la ecografía no presenta ningún riesgo ni efecto secundario para el paciente.

¿Qué es?

Una ecografía es una prueba diagnóstica que emplea ultrasonidos para crear imágenes bidimensionales o tridimensionales que permiten observar determinados órganos además de ser empleada de forma generalizada durante el embarazo.

A diferencia de otras pruebas la ecografía no presenta riesgos para el paciente Mediante un pequeño instrumento llamado transductor se emiten ondas de ultrasonidos de alta frecuencia que se transmiten hacia el área del cuerpo que se desea estudiar y se recibe su eco. El transductor recoge dicho eco de las ondas sonoras y una computadora se encarga de interpretar dicha señal transformándola en una imagen que aparece en una pantalla. Una ventaja significativa de la ecografía con respecto a los rayos X es que no supone ningún riesgo para el paciente gracias a que no necesita exponerse a ningún tipo de radiación.

¿Por qué se realiza una ecografia?

La ecografía se utiliza para diagnosticar y ver la evolución de alteraciones en diferentes partes del cuerpo como los riñones, el hígado y el corazón. Se usa frecuentemente para examinar los órganos internos de la mujer como el útero, las trompas de Falopio y los ovarios, especialmente durante el embarazo. Como se ha dicho anteriormente, una de las principales ventajas que presenta la ecografía es que no tiene ningún riesgo de efectos secundarios, por este motivo se utiliza durante el embarazo.

¿Cómo se realiza una ecografia?

El médico extiende sobre la piel un gel que facilita la transmisión y por la que pasará el transductor. A través de dicha pieza se emiten ondas de ultrasonido que se reflejan en los tejidos y órganos profundos para volver hacia el transductor que las recoge y mediante un ordenador se transforman en imágenes que aparecen en una pantalla y que pueden ser copiadas en papel o película de radiografía.

El paciente suele estar acostado en una camilla pudiendo ser necesario que cambie de posición dependiendo de la zona de estudio. En las ecografías ginecológicas suele ser necesario introducir el transductor en la vagina, en los casos en los que se quiera estudiar la próstata será necesario introducir el transductor por la cavidad anal. También se puede introducir el transductor a través de la boca para el estudio de otras partes del cuerpo.

Tipos de ecografia

Existen diferentes tipos de ecografías en función del órgano que se desee observar o a través del cual se realiza el examen. Las ecografías más comunes son:

• Ecografía abdominal:
  Las ecografías abdominales se emplean para examinar órganos internos situados en la zona del abdomen, como es el caso del hígado, el bazo, el páncreas y el riñón. Mediante esta prueba también es posible visualizar los vasos sanguíneos que tienen o comunican varios órganos. Entre sus funciones están el diagnóstico de:
  • Fiebres
  • Dolores abdominales
  • Infecciones renales
  • Detectar hernias o incluso tumores
  • Evaluar los daños causados por una lesión
• Ecografía vaginal:
  La ecografía vaginal o trasvaginal debe su nombre a que una parte de la sonda utilizada se introduce en la vagina. Se emplea para examinar los órganos genitales de la mujer, entre ellos el útero, los ovarios y el cuello uterino. Por lo general el procedimiento es indoloro, aunque la presión de la sonda puede originar una ligera molestia en algunas mujeres. Se utiliza para:
  • Embarazo común
  • Algunos tipos de infertilidad
  • Problemas menstruales
  • Sangrados vaginales anormales
  • Dolor pélvico.
• Ecografía de mama:
  La ecografía de mama, también conocida como ultrasonografía de las mamas o ecografía de senos, se emplea con el fin de examinar las mamas. A diferencia de las mamografías, que emplean el radiodiagnóstico, las ecografías de mamas no conllevan la exposición a la radiación. Son especialmente útiles para detectar tumores no malignos como quistes o lipomas, y también para observar cánceres de mama o determinar su tratamiento.
• Ecografía transrectal:
  La ecografía transrectal se utiliza para el estudio de la zona del recto y la próstata además de para la circulación sanguínea de su zona. El examen consiste en la introducción de una sonda por el recto, de manera que las ondas sonoras que emite colisionen con la próstata. Se emplea sobre todo para la detección de cáncer de próstata, pero también para practicar biopsias y para la evaluación del cáncer colorrectal.
• Ecografía Doppler:
  La ecografía doppler o simplemente eco-Doppler, es una variedad de la ecografía tradicional en la que, aprovechando el efecto Doppler, es posible visualizar las ondas de velocidad del flujo que atraviesan ciertas estructuras del cuerpo, por lo general vasos sanguíneos, y que son inaccesibles a la visión directa. La impresión de una ecografía tradicional combinada con una ecografía Doppler se conoce como ecografía dúplex.
• Ecografía 3D y 4D:
  La evolución de la tecnología se ha aplicado a las herramientas medicinales como la ecografía permitiendo obtener imágenes mucho más nítidas que permite ver el aspecto del futuro bebé en fotografía (3D) o en imagen en movimiento (4D).
• Ecografía cutánea:
  Esta técnica de diagnóstico permite detectar:
  • Tumores cutáneos
  • Procesos inflamatorios
  • Alteraciones ungueales
  • Enfermedades del pelo