Yodo
El yodo es un micromineral que el organismo necesita en pequeñas cantidades y que es fundamental en la síntesis de hormonas tiroideas además ayuda a quemar el exceso de grasa.
El yodo es un oligoelemento o micromineral que es nuestro organismo necesita en pequeñas cantidades pero es que muy importante para llevar a cabo determinadas funciones como la síntesis de hormonas tiroideas. Las principales fuentes de este micromineral son la sal yodada, algas, pescado, marisco y vegetales que crezcan en suelos ricos en este mineral.
Definición
El yodo se almacena en la glándula tiroides El yodo es un micromineral fundamental en la síntesis de hormonas tiroides y esencial en la regulación del organismo, por lo que alteraciones en sus niveles pueden dar lugar a hipotiroidismo o hipertiroidismo.
La principal fuente alimenticia de yodo es el pescado y el marismo además la sal yodada también puede aportar niveles adecuados de este micromineral.
Funciones del Yodo
A continuación se muestran algunas de las funciones más destacadas de este mineral en el organismo del ser humano:
- Interviene en la síntesis y regulación de las hormonas tiroideas por lo que es muy importante para la producción de hormonas tiroideas.
- Facilita el crecimiento y el desarrollo tanto fetal como infantil.
- Ayuda a quemar el exceso de grasa y convertirla en energía.
- Fundamental para el desarrollo del cerebro y sistema nervioso.
- Mejora la agilidad mental.
- Interviene en procesos neuromusculares.
- Mejora la función del sistema inmunitario.
Deficiencia de Yodo
La deficiencia de este mineral provoca que el organismo no sea capaz de producir suficientes hormonas tiroideas, lo cual puede dar lugar a varios problemas de salud en general.
Síntomas de la deficiencia de yodo en el organismo:
- Desarrollo prenatal y neonatal: la deficiencia de iodo en el feto puede causar hipotiroidismo congénito y cretinismo que cursa con retardo mental, retardo en el desarrollo físico, sordera y baja estatura entre otros signos.
- Embarazo y lactancia: la deficiencia de yodo durante el embarazo puede dar lugar a defectos de nacimiento e hipotiroidismo congénito. Las mujeres en lactancia que no tengan suficiente yodo no serán capaces de proveer la cantidad suficiente de este mineral al recién nacido.
- Niños y adolescentes: la deficiencia de yodo en esta esta etapa se asocia al bocio, aumento de tamaño de la glándula tiroides. Los casos de bocio aumentan durante la adolescencia, especialmente en niñas. Los niños pueden presentar un coeficiente intelectual más bajo, problemas de aprendizaje y cansancio.
- Adultos: la falta de yodo puede causar hipotiroidismo y bocio. Los síntomas son fatiga, ganancia de peso, intolerancia al frío y constipación entre otros. Puede alterar la capacidad reproductiva.
Principales fuentes de Yodo
Las principales fuentes de yodo son:
- Algas (kelp, nori, wakame).
- Pescado, camarones, langostinos y otros frutos de mar.
- Frutas y verduras: dependiendo del contenido de iodo del suelo, del fertilizante utilizado o las formas de riego.
- Productos lácteos como la leche, el yogur y el queso.
- Granos: panes y cereales.
- Sal yodada.
Dosis recomendadas de Yodo
A continuación se muestra el nivel promedio de consumo para cubrir las necesidades diarias:
Bebés:
- 0 a 6 meses: 110 mcg/día
- 7 a 12 meses: 130 mcg/día
Niños:
- 1 a 3 años: 90 mcg/día
- 4 a 8 años: 90 mcg/día
- 9 a 13 años: 120 mcg/día
Adolescentes y adultos:
- 14 a 18 años: 150 mcg/día
- Hombres de 19 a 50 años: 150 mcg/día
- Mujeres de 19 a 50 años: 150 mcg/día
Embarazo y lactancia:
- Embarazo: 220 mg/día
- Lactancia: 290 mg/día
Toxicidad del Yodo
La intoxicación por yodo es rara pero en caso de que se produzca puede dar lugar a los siguientes síntomas:
- Respuestas agudas: quemazón en la boca, garganta y estómago, dolor abdominal, fiebre, náuseas, vómitos, diarrea, alteraciones cardíacas, pulso débil, coma y cianosis entre otras.
- En situaciones de deficiencia de iodo previa: la suplementación de yodo se asocia con un aumento de la incidencia de hipertiroidismo (inducido por yodo), en especial en personas mayores y en pacientes con bocio multinodular.
- En situaciones de suficiencia de yodo: el exceso de yodo se asocia a niveles elevados de la hormona estimulante de la tiroides (TSH), hipotiroidismo y bocio.
- Cáncer de tiroides: la ingesta elevada de iodo se asocia a un riesgo elevado de padecer cáncer papilar tiroideo.
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