Histoplasmosis
La histoplasmosis es una infección causada por la inhalación de las esporas del hongo Histoplasma capsulatum, que suele afectar a personas con el sistema inmune debilitado.
La histoplasmosis es una micosis sistémica provocada por la inhalación de las esporas del hongo Histoplasma capsulatum. Este hongo se encuentra principalmente en los valles de los ríos Mississipi, Misuri y Ohio en Norteamérica, en la cuenca del Río de la Plata en América del Sur, en África, Oriente Medio y Asia. El Histoplasma capsulatum puede afectar tanto a seres humanos como a caballos y animales carnívoros. Su infección estimula la multiplicación de los macrófagos infectados dando lugar a proliferaciones con necrosis e infiltración de tipo granulomatoso, muy frecuentes en los pulmones pero también posibles en ganglios, piel, aparato digestivo (perros) y sistema nervioso central.
¿Qué es?
La histoplasmosis es una micosis sistémica, caracterizada por lesiones necrogranulomatosas, que puede afectar al ser humano, a los caballos y a los animales carnívoros. La infección se produce por respirar las esporas de una de las tres subespecies del hongo dimórfico Histoplasma capsulatum.
Causas
El Histoplasma capsulatum es un hongo que se encuentra en los suelos del centro y oriente de los Estados Unidos (especialmente en los valles de los ríos Mississipi y Ohio), en la parte oriental de Canadá, en América Central y, también, en América del Sur.
La infección se presenta cuando una persona inhala las partes reproductoras del hongo, llamadas esporas. La histoplasmosis no suele afectar a personas que gozan de un sistema inmunitario saludable pero, en caso de infección, sólo se presentan síntomas leves.
Por lo tanto, un sistema inmunitario deprimido o debilitado aumenta considerablemente el riesgo de contraer o reactivar esta enfermedad. Los síntomas más graves suelen producirse en personas muy jóvenes o muy ancianas, enfermos de SIDA o cáncer y personas con órganos trasplantados. También tienen un alto riesgo de contraer histoplasmosis aquellas personas que sufren de enfermedad pulmonar crónica (como el enfisema o la bronquiectasia) además de poder padecer los síntomas más graves de dicha infección.
Entonces los principales factores de riesgo para sufrir histoplasmosis son:
- Viajar o residir en la región central u oriental de los Estados Unidos.
- Exposición a suelos o partículas contaminadas con excrementos de pollos, murciélagos o mirlos.
- EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) preexistente.
- Sistema inmunitario debilitado.
- Sufrir enfermedades como cáncer o SIDA.
- Quimioterapia.
- Tratamientos prolongados con fármacos inmunodepresores.
Síntomas
En la mayoría de los casos las personas que sufren histoplasmosis no presentan síntomas graves pudiendo dar la sensación de padecer una enfermedad con un cuadro sintomático similar al de una gripe.
En caso de presentarse síntomas, pueden incluir:
- Fiebre y escalofríos.
- Tos y dolor en el pecho que empeora al inhalar.
- Dolor en las articulaciones.
- Llagas en la boca.
- Protuberancias rojas, habitualmente en las piernas.
- Pérdida de peso involuntaria.
La histoplasmosis puede estar activa durante un periodo de tiempo corto pero, en algunos casos, la infección pulmonar puede volverse crónica presentando los siguientes síntomas:
- Dolor en el pecho y dificultad para respirar.
- Tos, posiblemente con sangre.
- Fiebre y sudoración.
Aunque no es habitual, la histoplasmosis puede propagarse por todo el cuerpo causando irritación e hinchazón como respuesta a la infección. Esto se conoce como histoplasmosis diseminada. Los síntomas pueden incluír:
- Dolor en el pecho por la inflamación del revestimiento que rodea el corazón.
- Dolor de cabeza y rigidez en el cuello causado por la inflamación de las membranas que recubren el cerebro (meninges) y, también, de la médula espinal.
- Fiebre alta.
Diagnóstico de la Histoplasmosis
A continuación se muestra una lista con los exámenes que se pueden emplear para diagnosticar la histoplasmosis pulmonar crónica:
- Biopsia del tejido infectado.
- Broncoscopia con biopsia transbronquial o lavado broncoalveolar.
- CSC (Conteo Sanguíneo Completo).
- Tomografía computarizada del tórax.
- Radiografía de tórax.
- Título de fijación del complemento para histoplasma.
- Prueba de antígeno urinario para histoplasma (positiva sólo si la persona también tiene histoplasmosis diseminada).
- Prueba de inmunodifusión.
- Tinción y cultivo de esputo.
Tratamiento de la Histoplasmosis
En la mayoría de los casos la infección desaparece sin necesidad de efectuar ningún tipo de tratamiento.
En caso de que la infección se prolongue durante más de un mes será necesario realizar un tratamiento para la histoplasmosis a base de fármacos antimicóticos que pueden presentar las siguientes características:
- Es posible que los antimicóticos (como es el caso de la anfotericina B) deban administrarse a través de vía intravenosa, según la forma o etapa de la enfermedad.
- En la mayoría de los casos los medicamentos antimicóticos pueden presentar efectos secundarios.
- En algunos casos, el tratamiento con medicamentos antimicóticos puede prolongarse durante más de 1 año pudiendo llegar a un máximo de 2 años.
Posibles complicaciones
La cicatrización en la cavidad torácica puede llegar a presionar algunas de las siguientes partes del cuerpo:
- Los vasos mayores que llevan sangre hasta y desde el corazón.
- El corazón.
- El esófago (tubo digestivo).
- Los ganglios linfáticos.
Los ganglios linfáticos agrandados en el tórax pueden presionar partes del cuerpo como el esófago y los vasos sanguíneos de los pulmones.
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