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Glositis Candidiásica

También conocida como glositis romboidal media, es la inflamación de la mucosa de la lengua. La lesión se caracteriza por un área bien delimitada de forma ovalada o romboidal con un aspecto rojizo y brillante. En pocas ocasiones causa molestias pero, en algunos casos, puede aparecer una superficie con aspecto blanquecino y/o hinchado.

La glositis candidiásica o glositis romboidal media, es un tipo de candidiasis que afecta a la mucosa de la lengua. Se caracteriza principalmente por la aparición de una zona de forma ovala o romboidal claramente delimitada ya que, dicha zona, suele ser rojiza, lisa y brillante. En algunas ocasiones puede aparecer alrededor de la lesión una zona blanquecina. Normalmente no suele causar molestias pero, en algunos casos, la zona lesionada puede hincharse llegando a producir problemas para deglutir o hablar, en este caso será recomendable que acuda rápidamente a su médico de confianza.

¿Qué es?

La glositis candidiásica, también conocida como glositis romboidal media, es la inflamación de la mucosa de la lengua. Suele localizarse en la línea media del dorso de la lengua adoptando un aspecto rojizo y brillante con forma romboidal. A veces, también puede aparecer una superficie con aspecto blanquecino y/o hinchado.

Características de la lesión

La glositis candidiásica suele localizarse en la línea media del dorso de la lengua por delante de la “V” lingual manifestándose como un área bien delimitada. Normalmente, dicha área, se presenta con forma romboidal u ovalada y su superficie suele ser lisa y rojiza llegando, en algunos casos, a sobresalir de 2 a 5 mm. El área que rodea dicha superficie romboidal puede llegar a tener un aspecto blanquecino y granuloso.

Causas

Aunque la causa principal de la glositis candidiásica es una infección provocada por hongos de la familia Candida albicans también exiten otras causas como las que se muestran a continuación:

• Reacción alérgica a cremas dentales y/o enjuagues bucales.
• Presencia de materiales plásticos en prótesis dentales.
• Medicamentos para la presión arterial (IECA).
• Infecciones virales o bacterianas.
• Uso de aerosoles o inhaladores de corticosteroides.
• Lesiones provocadas por quemaduras, bordes ásperos de los dientes o por aparatos odontológicos.
• Niveles bajos de hierro (anemia ferropénica) o de vitaminas del complejo B (vitamina B12).
• Afecciones cutáneas tales como el liquen plano oral, el eritema multiforme, las úlceras aftosas, el pénfigo vulgar, la sífilis y otros trastornos.
• Tabaquismo y/o alcolholismo.
• Ingesta de alimentos muy calientes.

Síntomas

La glositis candidiásica se considera asintomática ya que en pocas ocasiones causa dolor o molestias. Sus síntomas más habituales son:

• Aparición de una lesión con forma ovalada o romboide y superficie lisa, brillante y rojiza.
• Lengua sensible o adolorida.
• Dificultad para masticar, deglutir o hablar.
• Lesiones por candidiasis en otras partes de la boca (en algunos casos).
• Cambios en el color de la lengua (pálida si es causada por anemia perniciosa o rojo fuerte si es causada por deficiencia de vitaminas del grupo B).
• Inflamación lingual.

Tratamiento

Antes comenzar un tratamiento con antifúngicos será recomendable seguir los siguientes consejos con el fin de reducir la inflamación y ayudar a futuros tratamientos:

• Es importante tener una buena higiene oral por ello será aconsejable cepillarse bien los dientes por lo menos dos veces diarias y usar hilo dental una vez al día como mínimo.
• Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales.
• Consumir suplementos alimenticios para corregir las deficiencias de hierro o vitaminas.
• Evitar el consumo de sustancias irritantes como el alcohol, los alimentos calientes o picantes y el tabaco.
• En caso de infección por Candida albicans evitar el consumo de azúcar (además de otros edulcorantes), carbohidratos simples (pan, bollería, pasta, etc.), levadura, café, etc.
• Consumir antibióticos naturales como el ajo, la cebolla, el jengibre, la canela, etc.
• Realizar enjuagues con aceite de orégano puede ser un remedio eficaz.

Para el tratamiento farmacológico puede que su médico le prescriba alguna de las siguientes sustancias:

• Tratamiento tópico:
  Para este tratamiento se suelen utilizar cremas, pomadas o enjuagues con sustancias antimicóticas como la nistatina, el fluconazol, clotrimazol, miconazol o anfotericina B.
• Tratamiento sistémico:
  Si la lesión persiste o no mejora con el tratamiento tópico se puede recurrir al tratamiento por vía oral con pastillas de nistatina, fluconazol, miconazol, anfotericina B o fluoro-5-citosina.